Carmen: historias de vida después de la jubilación

“Tenía miedo a quedarme en casa con tanto tiempo libre”

La vida a veces nos ofrece muchas posibilidades y no sabemos cuándo ni dónde aparecerán. Para Carmen la posibilidad de mantenerse activa y vivir en plenitud se le presentó a la hora de la jubilación. Tras años de cuidar a su madre enferma, “encerrada en casa”, decidió que le tocaba a ella vivir. Estuvo trabajando en el comedor del centro de mayores lo que le abrió la puerta a trabajar como ayuda a domicilio. Después la, para muchos, dura jubilación. “Tenía miedo a quedarme en casa con tanto tiempo libre”. Pero no fue así. Tiempo libre casi no tiene. Además de su familia y su gran afición, las plantas, deja tiempo para la escuela, gimnasia, lectura, danza, piscina y voluntariado que ocupan su día a día.

P- ¿Participas en un programa de voluntariado, ¿de qué se trata?

R- Es un programa de acompañamiento a mayores. Estoy con una señora un día a la semana. Tiene 92 años y llevo cuatro años acompañándola. De memoria está excelente pero está en silla de ruedas. Jugamos a las cartas y le encanta también hacer sopas de letras. Volvieron a sacar el programa ahora pero la gente mayor de aquí aunque esté sola no sé qué les parece que se le metan en casa... Hay personas que están solas y les puede animar mucho una hora de compañía por la tarde pero no se apuntan.

P- ¿Los jóvenes somos injustos con la gente mayor, los dejamos a un lado?

R- No creo que los dejéis de lado. Los mayores necesitan una cosa templada, que vayas con paciencia. Aunque ellos tuvieron que correr toda la vida ahora no pueden y les gusta que los escuchen, no llevarles la contraria e ir con calma. Es difícil pero no es porque la juventud no tenga cariño por los mayores. A veces es que no se sabe llevarlos y tampoco tenéis tiempo, queréis estar en todas partes y no se puede. Para la gente mayor eso no vale.

P- ¿Les debemos esa atención?

R- Sí, hicieron mucho por nosotros. Nos olvidamos de ellos cuando no pueden. Mientras pueden no son mayores tengan los años que tengan. Pero cuando no pueden lavarse, vestirse… ahí ya son mayores y necesitan ese cariño, ese aprecio y atención.

P- También participaste en actividades en los colegios, ¿de qué se trataba?

R- Hicimos teatro para contar un cuento a los más pequeños. Es muy divertido y los niños participan mucho. Hicimos también una presentación de la vida de los mayores cuando éramos más jóvenes. Yo fui emigrante. Fue un año en que muchos jóvenes de aquí empezaron a marcharse y se hizo este montaje para hablar de la emigración. Cómo estuvimos en el país, cómo nos acogieron. Nosotros contamos nuestra versión y también se les preguntó a los niños. Muchos de ellos tenían a su padre fuera y también conocían la historia de sus abuelos. Había niños que estaban ya al corriente de lo que es la emigración.

P- Los niños ahora pasan mucho tiempo con abuelos, ¿crees que se les valora ahora un poquito más?

R- Están más en contacto y ven más el cariño de los abuelos. Hubo unos años en que no estaban en contacto porque se marchaban a la ciudad y los abuelos quedaban en la aldea. Ahora dependen muchísimo de los abuelos y los niños ya van siguiendo los pasos de los abuelos y también les ayudan. Veo muy bien ese contacto con los abuelos. Ellos lo pasan bien pero también se cansan, no hay que abusar. Ellos te valieron a ti hasta la última gota y eso hay que valorarlo. Después cuando los niños van grandes los visitas poco. Esto aún existe y está muy mal, ellos se sienten totalmente abandonados.

P- ¿Cómo ves la evolución de la sociedad?

R- Esto está muy parado, los jóvenes ahora lo tenéis negro. Los pensionistas vamos tirando así pero para la gente joven no está fácil. Le llaman crisis pero no sé el tiempo que durará. En el 92 con la crisis yo tenía ya a mis hijos y no fue tan duro. No quedó tanta gente joven sin trabajo como ahora. Jóvenes que acaban la carrera y no tienen dónde ir. Dicen que la jubilación la pondrán a los 67. A este paso la ponen a los 80 porque no se va a poder cotizar 40 años si sigues sin trabajo a los 30 o 35. Quedamos estancados, esto hace unos años iba para arriba. Vino facilidad para los más pobres. Los ricos siempre pudieron pero las clases más bajas no y hubo una época que sí, tenías una beca, y tus padres podían sacrificarse a dar unos estudios que ellos no tuvieron. En la educación que es la base de una persona. Ahora van a poder estudiar sólo los ricos y  no los demás.

P- ¿La crisis ha traído consigo algo más de solidaridad?

R- La gente está más pendiente de los que están mal. Se está más pendiente entre los vecinos. En lo que pasa en otros países eres un grano, si no lo hacen los estados una persona solo menos, pero a nivel de tu entorno la gente está más solidarizada. Antes queríamos todo, había la competencia de tener más que los demás y eso se quedó aparte. Los sueldos ahora están como hace casi 20 años y el coste de vida se disparó. Ahora quien te diera un trabajo de 1.000 euros. No puedes contar con un trabajo fijo. Gente fija que ha perdido su trabajo porque el Estado le ha permitido a la empresa hacer un ERE aunque no tenga pérdidas. Las grandes empresas no perdieron, cerraron los autónomos pero las grandes empresas no. Despidieron muchísimo para coger a gente joven con qué contratos… Los ricos subieron a más ricos pero la clase media que había se quedó baja de todo.

P- ¿Y en cuanto a los derechos de la mujer?

R- Volvimos atrás, habíamos conseguido una ventaja pero nos están quitando los derechos que habíamos conseguido. Y qué hacemos, ¿rebelarnos, ¿contra quién? Protesta si quieres pero no te hago caso, haz ruido, grita pero no te hago caso y te pongo la policía encima. No tienes derecho tampoco a protestar. Las que tienen trabajo están luchando para tener igualdad con los hombres. Pero no se paga igual aunque desempeñen el mismo trabajo. Es algo que no puedo comprender con los años que tengo.

P- ¿Qué opinas de la política?

R- A mí no me va la política. Al ayuntamiento voto al que conozco y si no a los verdes. Ya no se confía en nadie porque viste tantas cosas… Tuvimos una crisis y la gente estuvo robando millones y ninguno devuelve nada. Eso no es política. Tiene que haber castigos pero aún tienen que pasar dos o tres generaciones más antes de castigar a los políticos. De momento la gente de 50 años para arriba aún están con aquellos que conocen de toda la vida. No confían en la gente joven, no digo que lo vayan a hacer mejor pero hay que dar una oportunidad. Si avanzamos en una cosa, nos cortan, no nos dejan seguir el camino, te cortan porque aprendes mucho, quieren que te quedes un poco atrás. Que las mujeres vuelvan a quedar en casa como nuestras abuelas y nuestras madres. Volver a ser sumisas.