César Bonilla recibió el Premio Picadillo a Mejor Productor
Desde el año 1988 Bonilla a la vista fabrica sus patatas en el Polígono de Sabón (Arteixo)
César Bonilla forma parte de la tercera generación de una familia dedicada al ramo de la gastronomía. Sus primeros pasos en la empresa se dieron en Ferrol en el año 1932, donde Salvador Bonilla, padre del actual propietario, empezó con un puesto de feria con el que recorría los pueblos con churros y patatas fritas.
En noviembre de 1949 se monta la primera churrería en la calle del Orzán. A partir de este momento César Bonilla pasa a dedicarse totalmente a esta actividad. Fueron la bici y luego la moto Guzzi que se conserva en la fábrica de Arteixo los primeros vehículos de reparto de sus patatas fritas. Estas se envasaban en latas de 1 kg retornables y se repartían por las cafeterías de la ciudad.
En el año 1958 se trasladan a la calle Galera, local que todavía sigue activo. Allí el trabajo les desborda y deciden dejas las patatas fritas ya que manualmente era imposible hacer todo el trabajo. César guardó la idea durante 30 años hasta conseguir hacerla realidad a finales de los 80.
Desde el año 1988 fabrica sus patatas en el Polígono de Sabón (Arteixo) con la mejor materia prima para conseguir la calidad que las caracteriza.
Bonilla a la Vista en Cifras
Bonilla a la vista es, aún hoy, una empresa familiar, que conserva la esencia de sus inicios. Pero sus dimensiones han aumentado de manera importante en los últimos años. Actualmente cuenta con 84 empleados: 44 dentro de Epagal y 40 dentro de Bonilla e Hijos.
Las cifras de facturación son también crecientes. Epagal facturaba 3.654.085€ en 2015, y 4.164.705€ el pasado 2016. Mientras, Bonilla e Hijos plantaba cifras de 2.629.863€ en 2015 y 2.803.446€ en 2016.
En total, en el ejercicio pasado Bonilla a la Vista facturó 6.968.151€. Un montante de facturación que corresponde a los 700.000 churros que se distribuyen cada mes y los más de 37.000 kg de patatas que se venden en el mismo periodo, no solo en España, sino también en Reino Unido, Francia, Italia, EEUU, Panamá y Corea del Sur, último país en sumarse a las exportaciones de la marca.
Además de sus productos propios, Bonilla a la Vista cuenta con 7 locales propios, todos ellos en A Coruña, donde puede degustarse el tradicional chocolate con churros marca de la casa que dio origen a lo que hoy es Bonilla a la Vista.