El textil como alianza transfonteriza
A Vilanova de Familaçao y Arteixo los separan 280 kilometros pero los une un sector clave en la economía galaico-portuguesa: el textil. Los dos municipios han escenificado su unión a través de la firma del protocolo de hermanamiento que tuvo lugar el pasado día 8 de Abril en la ciudad lusa.Este acuerdo de colaboración se enmarca dentro de las acciones llevadas a cabo por la agrupación europea de cooperación territorial Galicia – Portugal (AECTG-NP). La actuación de la AECTG-NP se centra en la colaboración con recursos humanos y técnicos que faciliten a dichos municipios aprovecharse de todo el potencial de la cooperación transfronteriza entre sus instituciones y ciudadanos.
La Eurorregión Galicia- Norte de Portugal comparte, además del Miño, estadísitcas laborales. El sector servicios ocupa al mayor número de trabajadores y trabajadoras- un 58% en Portugal, frente al 71% en Galicia- seguido por la industria que da empleo al 26% y al 15% de la población respectivamente. Poniendo el zoom en el mapa en los municipios de Arteixo y Familaçao, las similitudes en cifras no se quedan ahí. Los dos concellos comparten número de habitantes, alrededor de 30.000, y han centrado su desarrollo socioeconómico en el sector textil. “Por las características de los dos territorios, la dinámica empresarial estará en el centro del hermanamiento, pero todas las otras áreas se pueden beneficiar de la puesta conjunta de ideas y experiencia de los dos municipios” manifestó Pablo Cunha, presidente de la cámara lusa.
Así ha quedado de manifiesto en la firma del protocolo, que no une sólo instituciones, si no que será dinamizado por la Asociación Textil y de Vestuario de Portuga (ATP) y por la Confederación de la Industria Textil en Galicia (Cointega). Estos dos agentes serán los encargados de desarrollar proyectos que unan las potencialidades de los dos municipios. Para el país luso el sector textil supone unos ingresos de 6.407 millones de euros y un 10% de las exportaciones del país. En Galicia, el sector textil produce 1.902 millones de euros a través de 1.319 empresas. Y una de esas empresas no es otra que Inditex, con sede en uno de los concellos hermanados. Inditex obtuvo en el año 2014 un beneficio neto de 2.050 millones de euros y dio empleo a alrededor de 130.000 personas, como empleos directos. Y así lo puso de relieve el regidor arteixán quien apuntó que la unión con Familaçao podría favorecer a la producción textil en la villa lusa.
Pero la actividad de Inditex en el país vecino no es nueva. El grupo que agrupa a Zara, Massimo Dutti o Pull & Bear entre otros, trasladó algunos de sus centros de producción hace ya muchos años. En la actualidad, Inditex da empleo indirecto en Portugal a 42.437 personas, divididas en 856 fábricas. En España las cifras de Inditex se sitúan en 42.000 empleos directos y 6.473 empleos indirectos en 208 fábricas. Cifras muy por debajo de Turquía con alrededor de 100.000 personas en 610 fábricas o Bangladesh que ocupa el primer lugar con 346.311 empleados en 92 fábricas, todas como empleos indirectos.
La producción en Portugal, hace entender que el 32% de la producción textil lusa tenga como destino final España. Pero Portugal no destaca sólo por la productividad. La inversión en el país se ha centrado en el desarrollo de nuevas tecnologías para la industria textil. De aquí, ha puntualizado el alcalde de Arteixo, es donde tiene que aprender el concello. En Portugal disponen de un Centro tecnológico de las industrias textiles y de vestuario de Portugal (CITEVI) y un Centro de Nanotecnología y Materiales técnicos, Funcionales e Inteligentes (CENTI). Además de la formación universitaria relacionado con el textil. Las sinergias y complementariedades entre los dos concellos están claras: Galicia se ha centrado en la creación del producto, el diseño y la creatividad. Mientras que Portugal ha puesto su esfuerzo en el desarrollo del producto y su coste final.
El hermanamiento ha puesto la primera piedra para la creación de puentes entre estos dos municipios. Ahora es la hora del trabajo y los proyectos en común que se traduzcan en un avance social, cultural y económico para las dos regiones.
Miriam Cancela / Arteixo