Polémico debate
El derecho a la vida (recogido en el artículo 15 de nuestra Constitución) emana del hecho de estar vivo y no de ser normal, por eso los niños con malformaciones congénitas tienen derecho a nacer, como también lo tienen aquéllos que fueron engendrados a consecuencia de una violación. El derecho a la vida lo dicta el Derecho Natural.
Eufemismo es llamarle al aborto interrupción voluntaria del embarazo cuando tendríamos que decir muerte provocada en el mismo seno materno.
Y es que además, el aborto provocado, reúne gran parte de los agravantes que contempla nuestro Código Penal: premeditación, alevosía, etc. Se mata al ser más inocente y más indefenso, tan indefenso que ni siquiera puede preguntar “Mamá ¿Por qué me matas?”.
¿A qué altas cotas de deshumanización hemos llegado, que se puede pensar en transformar el claustro materno, que es el hábitat donde el niño va desarrollándose, donde se siente protegido, arropado y libre de peligros externos, es su primera cuna, transformarlo, digo, en un escenario tenebroso donde se perpetra el crimen más horrendo?
Yo no sé si todos los que están involucrados en este macabro y sustancioso negocio podrán conciliar el sueño. De lo que estoy segura es de que jamás, jamás, podrán sostener la inocente mirada de un niño.
Tutú García Cidón