Compromiso 3: un compromiso político claro

Foto Congreso de los Diputados: el Hemiciclo en la sesión de investidura de Pedro Sánchez

La Plataforma de Infancia propone tres grandes compromisos y 17 medidas, para mejorar la situación de la infancia en España durante esta XIV legislatura. El tercer compromiso es que los partidos políticos en el Gobierno asuman un compromiso claro con todos los derechos de la infancia.

La Convención sobre los Derechos del Niño obliga al Estado al cumplimiento del ejercicio de los derechos del niño en su totalidad. En particular, el Comité de los Derechos del Niño trasladó una serie de recomendaciones en 2018 que todos los partidos políticos deberían impulsar:

  • Compromiso con la gobernanza de las políticas

    de infancia.

Es imperiosa la necesidad de mantener la Comisión de Derechos de

la Infancia y la Adolescencia en el Congreso de los Diputados y en el Senado,

con competencia legislativa, así como mantener y promover la figura del Alto

Comisionado para la lucha contra la Pobreza Infantil, que sustancie el firme

compromiso con las políticas de infancia al más alto nivel posible dentro de la

Administración General del Estado a través de la figura de una Secretaría de

Estado de Infancia.

  • Promover desde los partidos políticos y apostar por la Participación Infantil garantizando que los niños y niñas tienen la oportunidad de ser escuchadas en todo procedimiento que les afecta. Tanto desarrollando estructuras estables de participación (como un Consejo Estatal de Participación Infantil o impulsando y fortaleciendo a las asociaciones de alumnado) como allá donde se tomen decisiones (Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia, Consejos Escolares, etc.) así como su participación en el desarrollo de planes y leyes que les afectan. Se establecerá el derecho de asociación del alumnado desde los 12 años y se regularán las asociaciones infantiles.

  • Aprobación de una Ley Orgánica de Protección

    Integral frente a la violencia contra la Infancia con enfoque de género que

    garantice la reparación de sus derechos y el establecimiento de estándares

    mínimos de atención entre las distintas CCAA. La aprobación de la ley para

    erradicar la violencia contra la infancia y una estrategia multidisciplinar.

    Existe consenso parlamentario (se aprobó una PNL apoyada por todos los grupos

    parlamentarios en 2017) y un trabajo hecho en este sentido con la

    Administración General del Estado, lo cual plantea la urgencia de que esta Ley

    se traslade al Congreso cuanto antes y no más tarde de los 100 primeros días de

    Gobierno.

  • Garantizar los derechos de los más

    vulnerables, los niños extranjeros que viajan solos en tránsito y

    desprotegidos. Debe existir un compromiso claro para establecer los recursos suficientes

    para atender la realidad de estos niños y niñas, y adaptar la legislación y la

    normativa para garantizar el ejercicio pleno de los derechos de estos niños y

    niñas; estableciendo modificaciones en el Protocolo Marco y en los sistemas de

    determinación de la edad para que estos sean respetuosos con los derechos

    humanos y se utilice únicamente en casos de graves dudas acerca de la edad

    comunicada y considerando las pruebas documentales u otros tipos de pruebas

    disponibles. Así como desarrollar el resto de recomendaciones del Comité en

    este sentido.

  • Abordar los políticos una mejora en el sistema de protección a la infancia. Garantizando los recursos suficientes, y analizando cómo garantizar una atención integral, homogénea y adecuada de todos los niños y niñas. Así como estableciendo medidas de prevención para evitar la entrada de niños y niñas en el sistema.

  • Implementar la Estrategia de Infancia en la

    Cooperación Española en los términos de la Proposición No de Ley aprobada por

    unanimidad en el Congreso en diciembre 2018.

  • Aprobar una ley estatal, de carácter orgánico,

    que garantice el acceso a una atención temprana universal, gratuita, integral y

    de calidad para toda la infancia que lo necesite y sus familias de manera que

    se provean los servicios y recursos necesarios independientemente del lugar

    donde residan.

  • Impulsar los cambios normativos y los

    programas para hacer efectivo el derecho a una educación obligatoria y

    postobligatoria de calidad, equitativa e inclusiva para todos, atendiendo especialmente

    a la infancia en situación de pobreza, migrante, gitana y con discapacidad,

    conforme reclama el Comité de los Derechos del Niño. Se introducirán reformas

    legales para combatir la segregación escolar asegurando una admisión que favorezca

    la escolarización equilibrada del alumnado desfavorecido y revisando pruebas e

    itinerarios segregadores o que no permiten la continuidad con otras etapas (vía

    3º ESO, PMAR, FPB, adaptaciones sin título). Se establecerán los recursos

    necesarios para responder a las necesidades y superar de forma temprana las barreras

    que enfrenta cada niño y niña para garantizar la inclusión educativa a la que

    nos compromete la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad.

  • Derechos de las niñas e igualdad. Erradicar

    los roles, estereotipos y la normas sociales de género que perpetúan relaciones

    desiguales de poder y discriminan a las niñas.