Las 47 trabajadoras de la empresa textil Marisa- Arteixo S.L., a la espera del ERE colectivo

El pasado viernes 28 de septiembre, el administrador concursal de la empresa Marisa Arteixo S.L., solicitó la documentación de las trabajadoras para comenzar la tramitación del ERE colectivo. Esta situación se produce después de que el juzgado notificase una providencia en la que el juez ratificaba “la nulidad parcial de actuaciones porque el administrador no había presentado el inventario y el juez le requirió para que presente el ERE”.

La empresa está en plan de liquidación desde el 5 de junio, sin embargo, el inicio de la tramitación se produce ahora, después de que el juez “le apremiase a presentar el ERE en forma”. Esta dilación en los plazos ha provocado que las 47 trabajadoras de Marisa Arteixo SL, no hayan cobrado las nóminas de Agosto y Septiembre. Aunque, desde el 13 de Agosto han tenido que asistir a su puesto de trabajo para no perder sus derechos. Ahora, las trabajadoras esperan que, mediante conciliación, la empresa Fíos, se haga cargo, “del mes de Agosto o por lo menos de los trece días de vacaciones”. Mientras que la nómina de Septiembre pasa a ser responsabilidad de Fogasa, el Fondo de Garantía Social. Fogasa podría hacerse cargo de hasta cuatro meses de salario, en caso de que la duración de la tramitación del ERE se dilatase en el tiempo. Sin embargo, el cobro de los mismos, por parte de Fogasa, podría demorarse varios meses. Una situación que hace que la necesidad de la tramitación del ERE fuese mucho más apremiante.

Según explica la abogada Irene Bonet, el ERE debería estar concluido en Septiembre, pues, lo habitual es que la tramitación del ERE se haga de forma simultánea a la petición del plan de liquidación. El plan de liquidación se presentó en Junio, por lo que, según los plazos habituales en estos casos, la culminación del expediente de regulación debería haberse producido ya en septiembre.

Sin embargo, según explica la abogada, desde el inicio del concurso de acreedores, el 19 de Abril, el administrador, “sólo se presentó una vez en la empresa y hubo un abandono total”. De hecho, afirma, “en las siete conciliaciones que hubo, no se presentó a ninguna”.

Durante un tiempo, las trabajadoras notaron cambios en la actitud de las encargadas con la intención de ralentizar su ritmo de trabajo y por lo tanto reducir la producción. “Si antes producíamos 1200 camisas, nos retrasaban en la producción para llegar a un mínimo de 700” Sin embargo, dicen, hasta que sufrieron el primer impago no sabían en que situación se encontraba la empresa.

Los problemas en la empresa comenzaron en el mes de Febrero, cuando hubo un impago de las nóminas. Momento en que las trabajadoras decidieron ponerse en manos de una abogada, pues, según explica Isabel, enlace sindical, “la gerencia de la empresa no dio la cara en ningún momento”.

En Abril, se presentó finalmente el concurso de acreedores de forma voluntaria, debido a las deudas que acumulaba la empresa. Entre los meses de Febrero a Julio, las trabajadoras continuaron trabajando en la empresa para su cliente único, Inditex.

Ya con el concurso en marcha y manteniendo la carga de trabajo, Fíos, según lo acordado en la conciliación, abonó las nóminas de Febrero y Julio. Las nóminas de Marzo, Abril, Mayo y Junio se pagaron “con la producción de las trabajadoras”. “No pagó Fíos directamente sino la empresa en concurso”. La situación empeoró cuando las trabajadoras, al volver de los trece días de vacaciones en Agosto, se encontraron con que no había carga de trabajo. Según la abogada y las trabajadoras, “no se trata de que Fíos no mandase trabajo, sino que rechazaron la carga de trabajo desde la empresa”. Algo que, para la abogada Irene Bonet, es la demostración de que lo único que se buscaba con el concurso era el cierre de la empresa”. Y cuestiona la actuación del administrador, pues dice, “entendemos que (rechazar la carga de trabajo) es con el consentimiento del administrador porque sería escandaloso que no estuviese enterado de la situación”.

Debido a esta falta de encargos, desde el 13 de Agosto, las 47 trabajadoras de Marisa Arteixo tenían que acudir a su puesto de trabajo a pesar de no tener labores que realizar. Sumándole además, la incertidumbre de si cobrarían o no sus nóminas. Una incertidumbre que se confirmó al llegar el final de mes. Al igual que ha sucedido con las nóminas de Septiembre. Entre las trabajadoras, esto ha provocado que algunas “hayan tenido que rechazar ofertas de trabajo, que las que vienen de fuera de Arteixo, hayan tenido gastos añadidos por el transporte y muchas con hijos, hipotecas y facturas que pagar estén en una situación muy complicada”.

Tras largos meses de espera y con la incertidumbre acechándolas, ahora parece que el camino se allana. Sin embargo, todavía restan muchos pasos a dar antes de que se culmine el ERE, quede finalizada su relación laboral con Marisa- Arteixo SL y cobren las nóminas atrasadas.