El uso de los dentífricos en la infancia

En la composición química general de los dentífricos destacaría la presencia de flúor ya que es el elemento químico más idóneo para la prevención de la caries. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que es muy fácil que los niños (especialmente los más pequeños) se traguen la pasta de dientes y como consecuencia, ingieran innecesarias cantidades de flúor que, a la larga, pueden generar problemas importantes. Se recomienda precaución.

El flúor es un elemento químico del grupo de los halógenos asociado a tejidos calcificados (huesos y dientes) debido a su alta afinidad por el calcio. Cuando se consume en cantidades óptimas se consigue aumentar la mineralización dental y la densidad ósea, reducir el riesgo y prevalencia de la caries dental y favorecer la remineralización del esmalte en las distintas etapas de la vida.

En los protocolos realizados para la utilización adecuada del flúor en niños se recomienda que el uso diario de flúor sea la parte principal de cualquier programa completo de prevención para el control de la caries. Además, el uso del flúor debe mantener un equilibrio entre la estimación del riesgo de caries y los posibles riesgos de los efectos tóxicos que presentan los fluoruros, especialmente en los tres primeros años de vida. Se ha calculado que un preescolar, con dos cepillados diarios con pasta dentífrica fluorada, puede ingerir alrededor de 1 gramo de pasta dental al día. Por ello, hay que vigilar bien a los niños pequeños cuando se cepillen los dientes. Así, se recomienda el uso de dentífricos con flúor pero controlando la concentración de este elemento y evitando que sea ingerido.

Los estudios sobre los riesgos de padecer manchas en el esmalte o fluorosis señalan que el riesgo es mayor cuando la exposición tiene lugar durante las fases de maduración y de la formación del esmalte. Existen, por lo tanto, diferencias en las distintas edades y, de manera general, los expertos señalan que el exceso de flúor durante el período de formación del diente (en pasta de dientes o colutorios) puede alterar el esmalte de los dientes y favorecer la aparición de manchas (la denominada fluorosis).

Por ello, el uso del flúor en niños pequeños requiere unas recomendaciones de uso que no sobrepasen unos límites de seguridad. La Asociación Española de Pediatría recomienda utilizar, hasta los seis años, una pasta dentífrica infantil pues contienen flúor pero en menor proporción. Hasta los dos años, hay que poner una cantidad pequeña de esta crema dental infantil con flúor (simplemente “pintar” el cepillo) y entre los dos y los seis años, una cantidad similar al tamaño de un guisante. A partir de los seis años ya pueden utilizar la pasta de los adultos y en una cantidad de uno a dos centímetros.

Además, existen en el mercado una cantidad considerable de enjuagues bucales para usar en casa y específicos para niños, ya que los de los adultos contienen una mayor cantidad de flúor y generan más riesgos de fluorosis. Estos enjuagues de uso casero son eficaces en la prevención de la caries, por lo tanto se recomienda su uso para prevenir la caries dental en los dientes permanentes. En los dientes temporales no existe evidencia, por lo que no se recomienda su uso en niños menores de seis años según señala la Asociación española de Pediatría.

Los padres deben supervisar el cepillado dental hasta, por lo menos, los siete años de edad para evitar que se traguen el dentífrico. No deben olvidarse del lavado al menos dos veces al día, siendo especialmente importante el cepillado de la noche, antes de acostarse. Adoptar este hábito higiénico a edades tempranas les ayudará a mantenerlo a lo largo de su vida. No olvidemos tampoco que el ejemplo que les damos es muy importante para conseguir su adherencia a la limpieza de los dientes.

Resulta fundamental remarcar que los dentífricos que utilicen los niños sean específicos infantiles, ya que contienen flúor en las cantidades adecuadas para prevenir de manera efectiva la caries y reducir los riesgos de fluorosis. No deben utilizar los generales para adultos hasta que alcancen la edad adecuada. Consulta tus dudas con tu pediatra, dentista y farmacéutico para poder aportar la mejor opción a tus hijos.