La igualdad real se consigue si “la diversidad está en el currículo formativo”

La igualdad de las personas trans es todavía una utopía por cumplir. Sara es responsable de las Políticas Trans de la asociación A.L.A.S y activista feminista. Desde su posición defiende los derechos de otras mujeres y hombres que pasaron por su misma situación. Con su lucha busca además crear referentes y visibilizar a un colectivo que sufre todavía demasiada estigmatización.

¿En qué situación se encuentran las leyes integrales para el colectivo trans? En Galicia se rechazó hace casi un año, por parte del PP,  la Ley Trans Gallega. Fue un rechazo muy grande y todavía quedan muchas necesidades de las personas trans que no se cumplen aquí y sí en otras comunidades. Seguimos esperando por las tres leyes estatales. Es muy importante esa ley integral trans que ampare todos los ámbitos y no dependas de la persona que encuentres en la administración. También es imprescindible la Ley de Igualdad LGTBI. La modificación de la Ley 3/2007 conllevó que se incluyese a menores y personas migrantes y quitar el requisito de los dos años de uso de hormonas. No tiene ninguna lógica que una mujer sea más mujer si tiene uno, cinco o ningún año de tratamiento hormonal ni que  tenga que pasar por una prueba psicológica.  Respecto al carnet identificativo, es importante porque te empodera y certifica de forma legal quien tú eres pero con eso no se soluciona el problema.

¿Y el ámbito sanitario? Las operaciones de personas trans, por ejemplo, dependen de lo que cada hospital decida aportar de su presupuesto. Esto no se puede dejar al criterio del hospital ni a la buena voluntad. En Galicia las personas trans son ciudadanos de segunda o tercera. Están años a la espera de un servicio. Yo me operé por privado porque no podía esperar más, tenía que vivir. El Sergas, tras muchas reclamaciones, me contestó que no era urgente. Básicamente me decían que era un capricho. Eso es lo que opina el Sergas de las personas trans. Además,  la lógica es que te atiendan en el médico más cercano pero si quieres ir a la endocrina te mandan a un centro a Santiago. Hay un problema de conceptos. La especialización es necesaria para las cirugías pero para el resto de atenciones como la endocrina, no tienes que separarnos como si fuéramos “otra cosa”.

¿Es necesaria más sensibilización? La solución es la formación para que en las siguientes generaciones no haya discriminación y exista igualdad real.  La diversidad tiene que estar en el currículo formativo. No puedes pedir igualdad cuando desde el estado te dicen que esto no es normal. Mientras haya ciudadanos de primera clase, cishetero normativos y el resto estemos aparte, seguirá habiendo un problema. También un poco de empatía y escuchar a las personas trans que tenemos voz propia.

Hay controversia con la identidad de género en menores... Las personas adultas a veces salimos tarde a transitar pero no porque de repente decidamos que somos mujeres sino porque la vida no te deja otra opción. Yo soy mujer desde siempre, de nacimiento. Las personas trans sienten desde niños y niñas que no son lo que les dicen que son. En la temática de menores es muy fácil hacer demagogia. No darle las hormonas a una niña pronto, no vaya a ser que sea demasiado femenina… Se defiende como protección al menor pero eso es maltrato infantil. Mentirte todos los días y aceptar que te llamen por una identidad que no tienes es como un puñal todos los días, te va matando por dentro.  Esto es cuestión de vida o muerte porque es una presión social a tu mente, a tu ser, no poder ser libre… Hablamos de la vida de personas y una vida vale más que cualquier prejuicio

¿Se ha notado algún avance en la sociedad? Estereotipos siempre hay pero sí hay un pequeño avance. Lo vimos, por ejemplo, con el autobús de Hazte Oir. La sociedad le hizo ver al gobierno que apostaba por la diversidad. La gente necesita formación porque no entiende o no sabe. Hay que seguir luchando para conseguir la igualdad. Por ser una mujer y no tener que visibilizar la palabra trans. Ojalá no tuviera que hacerlo. Yo soy mujer y punto. Defiendo el derecho a no decir que eres trans pero yo lo visibilizo porque tiene que haber referentes para otras personas. En la sociedad y en los medios de comunicación aún se mandan mensajes como el “cambio de sexo”. No se cambia, se reafirma o reconstruye el genital. Igual que nunca hemos sido hombres. Con esto mandas un mensaje a la sociedad diciendo que una mujer trans es un hombre que se disfraza de mujer. Algo totalmente equivocado.