Rubén Someso recibe un encargo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música

“Durante semanas estuve tratando de encontrar una sensación para saber sobre lo que quería componer”

El compositor arteixano, Rubén Someso ha recibido el encargo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música para crear una obra que fue interpretada por el veterano grupo Cosmos 2, en un concierto que se celebró el 7 de octubre de 2017, en el Centro Galego de Arte Contemporánea.

Como explica el propio Rubén, “es el reconocimiento más importante” de su carrera. Una carrera que comenzó con la formación en piano y que le ha llevado a consagrarse dentro de la composición.

¿Qué supone este encargo del INAEM para tu trayectoria profesional?

Es el punto más importante de mi carrera hasta el momento. A lo largo de cada año siempre hay alguna cosa más atractiva que las demás. Recuerdo la primera vez que una obra mía fue interpretada por una orquesta sinfónica, que es algo difícil para un compositor joven o cuando se tocó por primera vez una obra fuera de Españao recientemente cuando me pidieron una obra sinfónica paraniños en Méjico para conmemorar el día del niño. Son esos puntos especiales que son de los que más te acuerdas. Contándolos todos, este sería el pico más importante porque es el gobierno de España el que hace el encargo. Hasta el momento no había tenido un encargo de estas magnitudes en cuanto a importancia, dotación económica y las propias formas.

Has llegado a un punto culmen pero ¿cómo decides dedicarte a la composición?

Muchas veces no sabes el cómo. A veces da la sensación de que son las casualidades las que te ponen en el camino. Hicela carrera de piano en Coruña y tuve un momento en que me interesé por la composición y las asignaturas más teóricas. Probé en distintos sitios hasta que me apunté a un curso con Teresa Catalán, catedrática del conservatorio de Zaragoza. Tenía 18 años y es como si me hubieran abierto una ventana a un montón de conocimientos que no sabía que estaban ahí. No sé qué hubiera pasado si no me hubiese apuntado a ese curso.

¿Cómo es el proceso para llegar a una composición?

Con la obra que se estrena el próximo sábado comienza con una llamada telefónica.  Ahí ya empiezo a pensar. Para plantearlo necesito un concepto. Durante unas semanas simplemente estuve pensando, no puse ni una marca de lápiz en el papel. Tratando de encontrar una sensación dentro de mí para saber sobre lo que quería componer. Aparecen muchas ideas y me acordé de un poema. El poema es la raíz pero sobre lo que yo baso la obra es sobre una escena teatral que yo imagino sobre ese poema. A partir de ahí empiezo a hacer planteamientos de forma. De eso a lo que surge al final, hay un montón de pasos y cambio. No hay que hacer un planteamiento muy cerrado porque cada día que te sientas, eres una persona nueva  y tus procesos de pensamiento son otros y surgen nuevas ideas.

Tus obras se han interpretado fuera de España, ¿crees que en nuestro país el reconocimiento es menor?

Sí. No es sólo problema de la música, se puede extender a las artes escénicas en general. Hay programaciones muy buenas a nivel clásico tanto en teatro, danza y música pero todo lo que tiene que ver con la creación contemporánea de estas disciplinas es la hermana pobre. A todos los niveles: menos dotación económica, menos programaciones y menor información y educación sobre estos aspectos. Hasta cierto punto puedo entender que el grado de complejidad no ayuda pero falta mucha educación en cuanto a las artes en la educación básica. Tampoco ayudan los derechos de autor. Programar a Bethoven y Mozart sale gratis pero obras como la mía o de cualquiera de mis compañeros, tiene un coste.

Te has centrado también en el apartado pedagógico, ¿qué puede aprender la infancia a través de la música?

Para los niños de 0 a 6 años es una experiencia sensorial única. La inteligencia no es fija, no es un parámetro con el que se nace y te acompaña hasta la muerte. Creo en las inteligencias múltiples en la que hay muchas áreas. La palabra inteligencia se está entiendo como una habilidad, como algo que se puede desarrollar. La música tiene su propia área de inteligencia, su propia área cognitiva. El desarrollo sensorial en estos primero s años permite crear personas más sensibles e inteligentes. El área de la inteligencia emocional es fundamental en cuanto a actitudes ante la vida y está íntimamente ligada con las sensaciones de las artes en general.