Qué pregunta más tonta, ¿acaso no lo sabemos? Cuando cambiamos de la peseta al euro, el uno de enero del 2002, nos lo dejaron bien claro, nos dieron tarjetitas para traducir el euro a pesetas para que tuviéramos noción de lo que gastábamos mientras nos íbamos acostumbrando al cambio: 166,386 pesetas cada euro. De esto hace ya casi once años. De pronto nos encontramos en la mano una moneda fuerte que desplazaba por completo a nuestra humilde peseta con la que juntando cien conseguíamos una preciosa moneda rubita de veinte duros que hoy apenas tiene el valor de 60 céntimos de euro. 166 pesetas un euro. En nada de tiempo nos encontramos pagando un euro por lo que había costado 100 pesetas o veinte duros.
Para los jubilados y las mínimas pensiones, en la lista de ofertas en alimentación (no de alimentos caducados como pretenden en Grecia) cualquiera que quiera puede ver comprar y adquirir la barra de pan por 33 céntimos de euro, el cuarto de pescadito que se podía adquirir estos días por 50 céntimos ( 2 euros kilo)y digamos un cartón de leche por el resto del dinero hasta llegar al euro. Muchos consumidores hacen cábalas para combinar alimentos por un euro, o dos o tres que es lo que tienen para pasar el día. Cada vez son casos menos aislados los de abuelas que hacen una cazuela grande o pota de guiso para que los nietos, de hijos en el paro, puedan tomar un plato por lo menos al día. ¿Por qué hago referencia a esto? porque son bastantes las personas de edad avanzada que no saben cubrir los papeles que solicitan para conseguir algún lote mensual de alimentos, con lo cual no están recibiendo ayudas sociales, porque en España y según la UNICEF 2.267.000 (DOS MILLONES DOSCIENTOS SESENTA Y SIETE MIL) niños viven por debajo del umbral de la pobreza. 80.000 más que en año 2010. Uno de cada cuatro niños españoles. No son huérfanos, si lo fueran estarían alimentados y cuidados. Podemos razonar que los primeros que están preocupados por los niños son los padres, principalmente si están en ese estado lamentable de cosas por una causa cada vez más común, por el paro y por los desahucios. Los siguientes que se sienten responsables son los abuelos, estos pensionistas a los que ahora les van a cobrar UN EURO de gran valor para ellos por cada receta médica, que ha de salir de una pensión escuchimizada , porque sus medios económicos no están a la altura de los precios reales de la vida, y no hay una equivalencia para ellos. El dinero que manejan está tasadísimo, por cada receta médica un euro de una pensión que ya no tiene de donde sacar. Eso posiblemente desemboque en que no retirarán sus medicinas, de esa manera pronto escucharemos lo que se ha ahorrado la Seguridad Social con las maravillosas medidas, no solo por la recaudación de los que sí lo pueden pagar sino también por el descenso de las medicinas consumidas. Ya veremos. Los médicos van a seguir recetando porque no es razonable poner en tela de juicio el criterio de las necesidades de los enfermos. Tenemos que tener una cosa clara. La medicina para muchas personas es una necesidad básica de la vida, pero si se enfrenta a la necesidad imperiosa del pan de cada día, para el paciente que arrastra las enfermedades o achaques de la edad y otros que a día de hoy les necesitan, no lo dudemos. Saldrá ganando la Seguridad Social y saldrá perdiendo la salud.
¿Cuánto vale un euro? depende de si te falta o puedes prescindir de él..
lucía vilches/dosrosasblancas.es