¿Fariseos!

isa-webCuánta tontería y cuánto fariseo!!

Vamos a ver. ¿Que nadie tiene un amigo que haya acabado mal?

Lo digo alto y claro y con orgullo: sigo siendo compañero y si es el caso, amigo.

¿A caso no es lícito luchar por lo que uno cree?

Vamos, que la imagen de los "progres" repartiendo fiambreras en el Parlamento gallego me las paso yo, me lo van a permitir, hasta donde no tengo. Llevo: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce (ni uno más ni uno menos) años llevando la fiambrera de septiembre a junio de mis hijos al colegio. Porque he elegido que cuando se trata de igualar que no sea por abajo, sino por arriba. Y así han crecido, con esa exigencia. Hacia ellos mismos y hacia los demás.

Por eso procuro que aprendan  a ponerse en las sandalias de los demás cuando se trata de juzgar. Por eso espero que estén abiertos a escuchar y no juzgar. Por eso creo que van a ser quienes son de los que son capaces de levantar este país: con su buen juicio, con su honestidad y con su corresponsabilidad.

Soy mujer. Soy trabajadora. Respeto a mi pareja, a mis amigos, a mis vecinos, a mis compañeros de trabajo, incluso a quien ha dedicido no ser amigo. Y estoy dispuesta a medirme con cualquiera que me juzgue por lo que creo, por lo que he elegido y por lo que creo que es la Verdad. Reto a cualquiera a enfrentarse conmigo en donde sé moverme bien: en el respeto por las cuestiones opinables. Aún a sabiendas que he hecho, hago y haré cosas mal. Por debilidad. Pero también esto será lo que me haga crecer y mejorar, saberme tan poca cosa...

No sé si el Señor Feijoo o todos los personajes públicos a fecha de hoy se merecen estas líneas, pero sí lo merece la honestidad de toda la Humanidad. Y por la Formación de mis hijos, que sólo tiene una respuesta: haz bien y no mires a quién. Y ama a tu prójimo como a tí mismo.

La diferencia está en que siempre dormirán tranquilos ...

Así que a todos los fariseos de la sociedad actual, les digo:

¿Quién va a tirar la primera piedra?

Jn 8,1-11 Una lección de misericordia, de amor y de perdón.

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y él, sentado entre ellos, les enseñaba. Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a él, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?". Le preguntaban eso para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra". Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo. Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse, uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a él. Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?". Ella le contestó: "Nadie, Señor". Y Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete y no vuelvas a pecar".

P.D.

Con qué facilidad juzgamos a los demás y cuán benevolentes somos con nosotros mismos!!