Con motivo de la cercanía del día
de la madre, hemos querido rendir homenaje a una de las principales mentes que
han revolucionado el mundo de la programación: Margaret Hamilton.
Margaret Hamilton, nacida el 17
de agosto de 1936 en Paoli, Indiana, destaca por su labor en el desarrollo del
software que permitió a la tripulación del Apolo 11 aterrizar en la luna. Al
terminar su educación secundaria se licenció en matemáticas y filosofía en
1958, titulación que le permitió entrar a trabajar en el departamento de
meteorología del MIT en 1960.
Durante el desarrollo de su labor
en dicho departamento, Margaret, apoyada por su mentor el profesor Edward
Norton Lorenz, consiguió aprender de forma autodidacta varios lenguajes de
programación que le permitieron completar el desarrollo de softwares que
permitían predecir el tiempo. Esto le abrió las puertas a participar en
proyectos más importantes, como el proyecto SAGE dedicado a la búsqueda de
aviones enemigos en territorio norteamericano.
Debido al éxito de sus proyectos
entró a trabajar dentro del Laboratorio Charles Stark Draper del MIT que en ese
momento se estaba dedicando al programa espacial Apolo 11. En él, Margaret
lideró el equipo encargado del desarrollo de Software en vuelo incluido el de
aterrizaje, hecho por el cual se la recuerda hoy en día. A escasos minutos del
alunizaje se detectó un error por sobrecarga en los sistemas que habría
provocado que la misión fuese abortada, sin embargo y gracias al código escrito
por Margaret, diseñado para anticiparse a los errores e inconvenientes, los
sistemas detectaron que se les estaba pidiendo realizar más tareas de las que
podían soportar. Por ello, los ordenadores seleccionaron y priorizaron las tareas más importantes en el proceso,
entre las cuales se encontraba el aterrizaje en la superficie lunar.
Este echo le proporcionó la
posición y notoriedad necesarias para dar el salto empresarial en 1976
cofundando la empresa Higher Order Software seguido en 1986 de Hamilton
Technologies, dedicada a la prevención de errores de Software.
Con todo esto, siendo pionera en
el campo, acuño el término ingeniería de Software sentando las bases de lo que
está considerado como ciencia hoy en día. Además de sobresalir en un mundo
mayoritariamente masculino en su tiempo, su labor fue reconocida en 2016 cuando
se le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, la cual se reserva para
personas que han realizado "una contribución especialmente meritoria a la
seguridad o los intereses nacionales de los Estados Unidos, la paz mundial, cultural
o en otras importantes iniciativas públicas o privadas."
A día de hoy Margaret tiene 83 años y continúa en activo.