Las vecinas y vecinos de Arteixo son los protagonistas de una iniciativa llevada a cabo por el concello de Arteixo y la periodista Maica Rodríguez. A través de diversas entrevistas, la periodista gallega recopila en vídeo las historias de los habitantes de mayor edad del concello. Historias que servirán para crear el relato de un Arteixo de antaño y que ayudarán a los más jóvenes a entender su presente. Los vídeos están disponibles en la web del concello bajo el nombre Banco dos recordos.
Todos guardamos recuerdos en nuestras memorias. Recuerdos que van creciendo a medida que aumentan nuestros años de vivencias. De todas esas historias basadas en anécdotas se crea una cultura popular que perdura casi sin prestarle atención. Sin embargo, en ocasiones, la rapidez del presente y la incertidumbre del futuro, nos hacen olvidar el pasado o ni siquiera preocuparnos por él.
Preservar esas historias es el objetivo de la periodista Maica Rodríguez. En colaboración con el concello de Arteixo, han creado un Banco dos recordos. Un baúl virtual en el que guardar las palabras de los vecinos y vecinas de Arteixo. Las entrevistas, en formato audiovisual, permanecerán para siempre en ese gran universo llamado internet para que sus historias lleguen a toda la sociedad.
Como explica Maica, será también una opción para saciar la “curiosidad de los más jóvenes de saber más sobre el pasado de Arteixo e incluso animarles a escuchar a las personas mayores que tienen cerca”. Porque como dice, “todo el mundo tiene una historia que contar”. Así que recorrerá las diferentes parroquias del concello para que “las personas que quieran puedan participar”.
¿Cómo nace la iniciativa?
Siempre tuve esa inquietud de recordar esas historias que nos contaban nuestros abuelos y una vez que ya no están se van quedando un poco en el olvido. Decidimos iniciar un Banco dos recordos para que esas historias y anécdotas queden guardadas y accesibles para todo el mundo. Internet nos ofrece la posibilidad de que perdure en el tiempo y permanezca para generaciones futuras que quieran buscar un poco la historia de las diferentes parroquias de Arteixo.
¿Qué cambios percibís en Arteixo?
Hay dos fechas clave: el polígono de Sabón y la refinería que provocan un cambio espectacular en todos los sentidos. Una de las vecinas entrevistadas nos comentó que cuando abrió la refinería empezaron a comer pollo porque hasta entonces no lo habían probado. A día de hoy para nosotros es algo muy habitual pero hablamos de unos años complicados. Cuentan cómo se convirtió el núcleo A Baiuca, que eran cuatro casas con muy pocos vecinos, a ser el núcleo de Arteixo con el concello al lado y un punto muy importante.
¿Cuál es la reacción de las personas cuando os interesáis por sus historias?
Al principio reaccionaban con un poco de miedo porque se ven con un equipo profesional, la cámara, los focos... Suelen quedarse un poco cortados pero cuando empiezas a hablar con ellos y preguntarles sobre su infancia, cómo recuerdan los bailes y romerías… cuentan todas sus historias. De momento tenemos una gran aceptación y gusta al saber que va a permanecer de una manera abierta para que todo el mundo lo pueda ver.
¿Qué sensación se os queda tras escuchar a estas personas?
Es una sensación positiva. Primero por ver ese cambio cultural que nos parece casi inexistente pero sí lo hay. Por ejemplo, en el cambio entre chicos y chicas hay un cambio brutal de hace 40 años a la actualidad. Sobre todo, es una sensación bonita el saber que se va a recordar. Se hace mucho hincapié en los temas positivos. Incluso en momentos complicados como la inmigración. Hay muchas personas que se han tenido que marchar al extranjero para poder vivir pero lo que recuerdan como una época bonita. Algo que les sirvió para poder volver y tener su casita donde querían y habían nacido. Siempre buscan ese lado positivo.