La convocatoria a fiesta temática se les da muy bien. Una o dos veces por semana organizan una, generalmente los viernes. Y hoy, 17 de abril, afirman que tienen una sorpresa especial.
Hablamos de los hermanos que viven en un edificio situado en la plaza As Viñas de Arteixo. Yoel tiene 8 años y asegura que cuando sea mayor quiere ser "entrenador de fútbol de niños". Su hermano Leo, de 6, sueña con ser policía "bueno, mejor, jefe de policía", puntualiza. Desde el día 14 de marzo ambos son los animadores de las reuniones vecinales a distancia.
Desde su ventana comenzaron promoviendo el aplauso de agradecimiento al personal sanitario. Hoy, pasado más de un mes de iniciado el confinamiento ante la alarma sanitaria por coronavirus, continúan al frente de la iniciativa.
"Primero empezaron de broma con el altavoz y un micrófono de juguete que tiene Leo. El `debut´ fue con la imitación del grupo Os Revenidos que hicieran en carnavales y, a pedido de los vecinos, fueron a más y más", explica Lucía García, mamá de los peques que estudian en el CEIP Ponte dos Brozos.
La motivación artística de Leo y Yoel tiene un por qué. Su padre, Eloy Penide, es el responsable de la firma Pepa Eventos. Por ello, lo que comenzó con un altavoz de 50W, unas palabras de ánimo y unas canciones, se convirtió en un espectáculo que cuenta con un micro "de verdad", un altavoz de 1000W, una mesa de sonido, un ordenador y mucha, mucha, imaginación.
Espontáneos y ocurrentes
Para saber cómo organizan las actividades diarias, Lucía nos explica: "Todos los días los vecinos nos mandan a través del facebook Vecinos de As Viñas el nombre de las canciones que quieren escuchar. Hacemos una lista de reproducción y Yoel y Leo las dedican. También felicitan los cumpleaños. Después seguimos con otras canciones que eligen los niños y para despedirnos cada día, luego de 30 o 40 minutos, sueña `We are the champions´ porque desde el primer momento ellos dijeron que todos los vecinos somos unos campeones".
Teniendo muy claro el objetivo de esta convocatoria de ventanas y balcones, los padres de Leo y Yoel les explicaron que: "Esto que hacemos es para entretenernos y evadirnos de la realidad en estas circunstancias tan especiales. Pero nunca debemos olvidarnos que hay muchísimas personas que lo están pasándolo realmente mal. Aunque son niños entienden perfectamente que esto no es una celebración. Es un momento para dar aliento, aplausos y compartir".
A pedido de los vecinos, las reuniones de los viernes se alargan un poco más de lo habitual. Los niños preparan las pancartas y la decoración para cada ocasión. Pero también convocan a la fiesta temática que toque (de la moda hortera, del paraguas, del besos, del deporte...) a través de vídeos que suben a las redes sociales. Luego fotos e imágenes de los participantes se editan y se comparten como recuerdo.
Pero a Yoel y a Leo los encanta, además, organizar juegos infantiles a los que convocan los fines de semana de 18:00 a 19:00 horas. Bingo, el juego de las estatuas, el Veo Veo, adivinanzas...todo vale para pasarlo lo mejor posible.
¿Por qué te gusta disfrazarte y cantar Leo? "Porque me lo paso bomba", responde sin tapujos. A Yoel, el mayor de los hermanos le preguntamos ¿qué actividad crees que anima más a los vecinos? "Lo que más les gusta es cuando hablamos nosotros y les damos ánimo, pero también cada fiesta temática, el bingo y la sesión vermú de los domingos".
A la distancia, también han participado de esta convocatoria diaria de la plaza As Viñas, deportistas y artistas de Arteixo, entre ellos Mauro Barreiro, Marta Brañas, Pedro Mosquera, Silvia Penide, Víctor Iglesias, César Romero, Manuel de Eva, Xavier Maceiras y Pepe Capelán.
El punto máximo de emoción
"Por el estrés diario de trabajo, colegio, actividades y un largo etcétera, antes del coronavirus no conocíamos a casi ningún vecino y ahora conocemos el nombre de todos y, me animaría a decir, que somos como una familia", destaca Lucía.
Sobre las ocho de la tarde pasa una ambulancia por las calles que rodean la plaza As Viñas y agradece desde su megáfono los aplausos. Yoel y Leo se emocionan. Pero más lo hacen todos los vecinos cuando dos niños, de 8 y 6 años dedican palabras, cada día, a todas aquellas personas que lo están pasando mal, a quienes ya no están y a sus familia. Uno de los momentos más tiernos de este confinamiento en Arteixo.