Es el caso de la Fisioterapia respiratoria. En los últimos años estamos asistiendo a una evolución en el uso de la Fisioterapia. Se ha abierto a campos nuevos y recurrimos a ella para que nos ayude en casos que, hasta ahora, nunca habríamos pensado.
Es el caso de la Fisioterapia respiratoria. Qué es o en qué consiste esta rama de la Fisioterapia que, aunque difícil de aplicar por lo que ahora veremos, ayuda a superar muchas dolencias.
Según la página Fisiorespiración, la Fisioterapia respiratoria “es una especialidad de la Fisioterapia que se encarga del tratamiento, prevención y estabilización de las diferentes enfermedades del aparato respiratorio cualquiera que interfiera en su correcto funcionamiento, con el fin de mantener o mejorar la función respiratoria”
Los pulmones no son flexibles, los que los hacen flexibles son los músculos que los rodean y que conforman la caja torácica. De tal manera que, son los responsables de que los pulmones se contraigan o expandan dependiendo de la cantidad de aire que necesiten recoger.
“Si fijamos una imagen de los pulmones están formados por unos tubitos que tienen que ser de un tamaño concreto para que hagan esa función, si esos tubos están obstruidos por el moco, van a recoger menos oxígeno y, por tanto, llegará menos a la sangre”. Así lo asegura Hugo Martín, fisioterapeuta coruñés especializado en pacientes con algún daño neurológico y que tiene, por tanto, pacientes a los que aplica esta técnica, incluidos niños.
Funciones de la Fisioterapia respiratoria
Todos nosotros tenemos en los pulmones una serie de filamentos que se llaman Cilios, tienen forma de cabello y recubren los bronquios principales. Su función es remover los microbios y residuos que se originen en el interior de los pulmones y expulsarlos (desempeñan funciones de defensa).
El problema es que estos “soldados defensivos” no los tenemos en todos los pulmones sino sólo en las vías principales. Es precisamente aquí dónde entran en escena los fisios respiratorios que mediante presiones “dirigimos el aire que inhalamos para que arrastre los mocos hasta las vías principales y ya sean los Cilios los que hagan el resto” explica Hugo.
Pero la función de la Fisio Respiratoria no sólo es la de expulsar bacterias y elementos dañinos sino también mejorar el ritmo respiratorio en pacientes que lo han empeorado por algún motivo. Por ejemplo, un paciente que ha sufrido una cirugía torácica no respira como debe como defensa ya que hacerlo correctamente le produce dolor, así que, “ nuestra labor es ayudar a esas personas a volver a respirar de forma correcta”.
La importancia de esta disciplina es tal que, en los últimos años, muchos hospitales la han incluido en sus programas de rehabilitación cardíaca ya que se ha demostrado que “en pacientes operados del corazón disminuye la hospitalización en tres días”
Infancia
En el caso de los niños, el procedimiento se complica. Una persona adulta, tiene el aparato respiratorio ya formado, los niños“ tienen las costillas mas blandas, el diafragma aparece mas extendido y permite entonces menos movimiento, por eso los niños al respirar tiran mucho de costillas, no de barriga”. Esto lo que produce es que la parte inferior de los pulmones no esté ventilada. Con lo cual, los niños, si cogen una bacteria en esa parte del pulmón , es mucho más difícil expulsarla sin ayuda.
Además, aplicar las técnicas de la Fisioterapia Respiratoria en niños resulta mucho más complicado e “impone” mucho al profesional que aplica estas técnicas; “ un niño tiene mucho tejido cartilaginoso que se está todavía formando” y presionarle el diafragma con la fuerza necesaria para expulsar ese moco impone mucho respeto.
Además, aunque esta disciplina se estudie en la carrera, se práctica con muñecos, lo que hace que tengas "mucho respeto al enfrentarte al cuerpecillo de un bebé o un niño pequeño". Las técnicas empleadas parecen “muy bestias” y, en muchas ocasiones, asustan a los propios padres que están presentes en las sesiones.
En los últimos años si se nota más demanda de este servicio porque “hay más interacción entre los pediatras y los fisios” hay más sensibilidad. Los pediatras, cuando los niños tienen algún problemas respiratorio, ya nos los mandan porque hay veces que con los antibióticos eliminas los síntomas pero “el bicho” queda dentro y en el momento que el niño tenga bajas las defensas, vuelve la crisis.
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