Galicia conquista por sus opciones enogastronómicas

Hay miles de formas de conocer Galicia. Hacerlo a través de sus productos Denominación de Origen (DO) e Indicación Xeográfica Protexida (IXP) y de sus fogones puede ser una de las más recomendables. Así lo creen cada vez más personas. De hecho, las encuestas realizadas desde la Xunta a los visitantes que llegan a Galicia revelan que la enogastronomía se ha posicionado como una de las principales razones por la que los turistas viajan a nuestro destino. Es la segunda motivación por la que eligen acercarse a alguna de las cuatro provincias gallegas, sólo superada por la naturaleza y el paisaje.

Galicia tiene la suerte de ser una tierra agraciada por su mar y por su tierra, en la costa y en el interior. Cuenta con una materia prima excepcional muy apreciada por el visitante, con productos singulares y con una despensa de temporada que varía a lo largo del año permitiendo de esta manera disfrutar de distintos sabores.

Este potencial se difunde a través de nuestras más de 300 fiestas enogastronómicas. Cinco de ellas declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional: la Feria del Cocido de Lalín, la Fiesta de la Lamprea de Arbo, la Fiesta del Albariño de Cambados, la Fiesta del Pulpo de O Carballiño y la Fiesta de la Exaltación del Marisco de O Grove. Varias de ellas trabajan por escalar un peldaño más. Es el caso del Albariño, que podría convertirse en la primera celebración enogastronómica gallega reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Desde la Xunta ya se ha enviado el expediente informado favorablemente al Gobierno central, quien será ahora el encargado de autorizar esta distinción.

Galicia cuenta también con 11 restaurantes distinguidos con una Estrella Michelin, 22 restaurantes Bib Gourmand (incluidos en la Guía Michelin), 37 Soles Repsol repartidos por 25 restaurantes y 52 restaurantes certificados con la Q de Calidad Turística, lo que supone el 18,50% de España (52 de 281).

Esto nos coloca en segunda posición en el ranking nacional, solo por detrás de Andalucía, una región de mayor extensión.

Y todo esto armonizado con las cinco denominaciones de origen de los vinos de Monterrei, Rías Baixas, Ribeira Sacra, Ribeiro y Valdeorras, en torno a las que se articulan propuestas cada año más interesantes de enoturismo, como las Rutas de los Vinos o el nuevo spa de vinoterapia de Leiro.

Cada vez es más patente que la enogastronomía es un complemento perfecto para otras experiencias turísticas. Por este motivo la Xunta está elaborando un Plan de Enogastronomía con un marcado enfoque turístico que será la hoja de ruta para los próximos años, con la calidad como motor para avanzar.

Este nuevo plan reforzará el vínculo de la gastronomía con el resto de elementos diferenciadores del turismo más auténtico de Galicia. En este documento tendrán cabida tanto la cocina de vanguardia como la más tradicional, impulsando al mismo tiempo la competitividad del sector primario. Estimulará la relación entre la cocina y los centros de investigación e innovación vinculados con la gastronomía y, además, potenciará los productos y recetas relacionados con determinadas costumbres, épocas y zonas geográficas. Favorecerá también la creación de nuevas rutas gastronómicas.

La tradición culinaria y la cocina atlántica serán la base sobre la que seguir construyendo el futuro, una clave que saben interpretar los integrantes del grupo Nove así como cocineros como Rubén González Vallejo y Sergio Orge, de El Cafetín de Pontevedra, ganadores de la cuarta Gala Show Cooking Mejor Cocinero de Tapas por Galicia, celebrada recientemente por iniciativa de Turismo de Galicia.

Su tapa, Vieira ahumada al roble y laurel sobre arroz de algas, es un ejemplo de esta combinación, al igual que las otras seis preparaciones finalistas: Tosta de almendra tostada, espuma de foie y perlas de Pedro Jiménez (de Alejandro Martínez Bacelo, Café Vanessa, Ferrol); Pan de cerdo, verduras encurtidas y espuma de jengibre (de Sergio Musso y Francisco Chicón, Ecléctic, A Coruña); Taco de otoño (de Álvaro Pérez Blanco, ArteSana Gastrobar, Santiago de Compostela); Itsasgorri, milhojas de jurel (de Rafael Pérez Iglesias, La Carpintería, Vigo); El Camino de Santiago (de Bianca Coura y Pablo Domínguez Veloso, A Adega das Caldas, Ourense), y Oreja en tres cocciones, ramen gallego y aire de grelo (de Alejandro Méndez Lázare, Os Cachivaches, Lugo).

La llegada del otoño en pocas semanas supondrá el inicio de una nueva temporada de De tapas por Galicia, el comienzo de un camino que seguir disfrutando en paralelo a otras iniciativas tan asentadas como el Outono Gastronómico, la fórmula ideal para refugiarse en el rural gallego también fuera de la temporada estival. Porque Galicia hay que vivirla 365 días al año.

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