Es oficial: la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS recoge el llamado "gaming disorder" (adicción a los videojuegos) y se tratará a partir de 2022.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar su nueva Clasificación Internacional de Enfermedades,
en la que ha recogido por primera vez la adicción a los videojuegos.
El "gaming disorder" o adicción a los videojuegos se
encuentra dentro de la sección sobre "trastornos mentales, del
comportamiento o del desarrollo neurológico" y comparte descripción
con la ludopatía.
Según la OMS la adicción a los videojuegos lleva a un "incremento
del deseo de jugar y del grado de prioridad que se le da a jugar en relación a
otros intereses y actividades diarias".
Para que el diagnóstico sea válido, algunos de los síntomas de esta nueva
enfermedad han de manifestarse de manera constante durante 12 meses, un
período de tiempo que puede reducirse si los síntomas son severos.
El reconocimiento de esta nueva enfermedad supone que los países adscritos
a la OMS deben ir preparando distintos tratamientos y medidas de apoyo para
el gaming disorder.
El trastorno por uso de videojuegos se caracteriza por un patrón de
comportamiento de juego persistente o recurrente (“juegos digitales” o
“videojuegos”), que puede ser en línea (es decir, por internet) o fuera de
línea, y que se manifiesta por:
- Deterioro en el control sobre el juego (por ejemplo, inicio, frecuencia, intensidad, duración, terminación, contexto).
- Incremento en la prioridad dada al juego al grado que se antepone a otros intereses y actividades de la vida diaria.
- Continuación o incremento del juego a pesar de que tenga consecuencias negativas.
Este patrón de comportamiento debe ser además lo suficientemente grave como
para dar lugar a un deterioro significativo de áreas vitales de la
persona, a nivel personal, familiar, social, educativo u ocupacional.
En términos prácticos, esto significa que la persona descuida estas partes
de su vida (por ejemplo, no se asea, deja de salir con amigos o empieza a
faltar al trabajo) porque dedica ese tiempo a jugar.