Educar a los padres sobre nutrición es clave para evitar el aumento de peso de los niños en verano.
Durante las vacaciones “los padres debemos mejorar nuestra alimentación para dar ejemplo”. Además, es un “buen momento para tratar de incorporar nuevos alimentos y hacer partícipes a nuestros hijos del diseño de un menú saludable e incluso de su elaboración”, según destaca Alba Lobo, nutricionista de Ever Health.
El consumo de alimentos procesados y el sedentarismo son las principales causas de sobrepeso y obesidad en los niños con tasas del 23% y el 18% respectivamente
Con la subida de las temperaturas, también aumentan los casos de intoxicaciones alimentarias a causa del consumo de alimentos en mal estado
Terminadas las clases escolares son los padres los encargados de elaborar los menús, por lo que es necesario concienciar a los progenitores sobre la importancia de que estos sean equilibrados, y que incorporen todos los nutrientes necesarios para el desarrollo de los pequeños. Esto es, menús que incluyan 4 raciones de pescado y legumbres a la semana, 2 o 3 piezas de fruta y lácteos al día, y verduras en todas las comidas principales.
También es importante controlar la ingesta de dulces y bebidas azucaradas ofreciendo alternativas más saludables, incentivarles a realizar actividades físicas, positivas para la salud, la autoestima y estado de ánimo, y restringirles el uso de los dispositivos móviles y tabletas. Unas pautas esenciales para revertir los datos que se desprenden del estudio de Hábitos de Salud, del Sistema Nacional de Salud, que reflejan unas tasas de sobrepeso infantil (niños entre 6 a 9 años) del 23,2% y del 18,1% en lo relativo a la obesidad.
La nutricionista recuerda que el descontrol alimentario en la época veraniega comporta un mayor riesgo de ingerir alimentos en mal estado a causa de las altas temperaturas.
En este sentido, recomienda ir a la compra con bolsas isotérmicas, para evitar que los alimentos frescos se estropeen de camino a casa, no consumir ningún alimento que sospechemos que pueda estar en mal estado, y tener especial cuidado con aquellas viandas elaboradas a base de huevo crudo como la mayonesa.
Además, es muy importante, cuidar la manipulación de alimentos en casa, destacando que hay que lavarse las manos, y lavar también los utensilios y superficies después de manipular alimentos crudos.