La ley y el Código de Circulación no son insuficientes para proteger a la Infancia de los adultos que fuman dentro de los coches.
La ley antitabaco de 2005 y el Código de Circulación son hoy insuficientes para proteger a la Infancia. Fumar en el interior de un vehículo supone un grave riesgo para la salud tanto del fumador como de quienes le acompañan.
Los efectos del tabaco van más allá del momento en el que se fuma el cigarrillo ya que cada cigarrillo contiene más de 7.000 sustancias nocivas (70 de ellas cancerígenas). Todas estas partículas dañinas del tabaco impregnan el interior del coche y permanecen en él durante semanas.
Por eso, aún no fumando en presencia de los niños y niñas, si estos suben al vehículo en otro momento, respirarán estas sustancias, con lo que ello conlleva para su salud.
El Consejo General de Enfermería insta al Gobierno y a la DGT a prohibir fumar en los coches y no dilatar más una medida imprescindible que salvaría vidas.
El tabaco se está cobrando miles de vidas y, por ello, “no podemos entender que no se actúe a favor de la salud pública. No es de recibo que desde el Ministerio se diga que el asunto se tratará con calma y que, por su parte, la DGT responda diciendo que no está en su agenda. Es hora actuar”, apuntan desde el Consejo General de Enfermería.
En el año 2017, el Consejo General de Enfermería lanzó “Coche Sin Humo”, una campaña dirigida a los más pequeños para convertirles en agentes de salud que transmitan a sus mayores los riesgos de fumar en su presencia y evitar que en el futuro sean ellos quienes adquieran este hábito.
La campaña, que sigue en marcha, ha llegado a más de 25.000 niños de toda España.
Desde el Consejo General de Enfermería se insiste una vez más en que prohibir fumar en el coche sea una realidad lo antes posible y entre sus argumentos se encuentra uno de peso: la protección de la Infancia.