“El proceso de convertir algo que tienes en la cabeza en una realidad es maravilloso”

“Las flores grises” es el título del primer cortometraje dirigido por José Ubieta. Este vallisoletano afincado en Arteixo es informático de profesión y descubrió su pasión por la dirección de forma casual. La decisión de lanzarse a hacer su primer cortometraje llegó tras grabar un vídeo amateur sobre espías con su sobrina. Como dice Ubieta, “fue casi como una llamada religiosa. En cuanto acabamos supe que me quería dedicar a esto”.

“Las flores grises” recoge la vida de dos mujeres: una asesina a sueldo y una mujer marcada por el dolor. “El título llegó pronto porque una flor cuando se marchita se vuelve gris y quería poner ese nombre en homenaje a las dos mujeres protagonistas que tuvieron momentos mejores”.

Tras más de dos años de trabajo y con la ayuda de pequeños mecenas, a través de un crowfunding, “Las flores grises” se convirtió en realidad. Ahora piensa ya en nuevos proyectos con el bagaje de lo aprendido en su debut como director.

¿Qué sensaciones te llevas de la presentación? El público era muy favorable. Acudieron casi 200 personas pero es difícil sacar conclusiones. El cortometraje tiene un argumento bastante complejo. Hay cosas que quedan abiertas adrede y otras que aunque se cierren, quizás las entiendan el 30% de la gente por eso, tras el pase, todo el mundo hacía sus teorías y preguntaba. Fue muy curioso ver todos esos debates y discusiones. Grabar este cortometraje ha sido un aprendizaje tremendo del mundo audiovisual, actores, temas técnicos… Soy todavía profano en este mundillo pero de lo que sabía a lo que sé hay un cambio enorme. Aproveché la ocasión también para agradecer a toda la gente que participó en el crowdfunding, a los técnicos, actrices y actores. Ha sido un gusto ver como un grupo de gente está con un único objetivo sin escatimar tiempo ni esfuerzo.

Es un drama con dos mujeres protagonistas, ¿cómo nace la idea del guion? La idea nació y luego resultó ser de drama y suspense. De inicio ya había dos mujeres protagonistas: una asesina y otra mujer coprotagonista pero el guion dio un giro muy grande. A mí me repatea hay una buena actriz y un gran trabajo y se pone el foco en su cuerpo. Me parece algo innecesario que lo único que hace es llamar la atención del macho, sin ningún objetivo, no es justificable. Una mujer tiene que tener el protagonismo sólo por su papel. En el cine hay un tratamiento peor hacia la mujer que hacia el hombre, desde el salario hasta la cosificación. De ahí que en el corto haya mujeres fuertes y protagonistas por su propio papel.

Es la primera experiencia audiovisual pero ya estabas relacionado con el teatro, ¿en qué te ayudó? El teatro me permitió tener nociones de interpretación. Soy bastante pesado en ese sentido. He ensayado mucho las escenas con las actrices y los actores hasta que se consiguió un resultado positivo. La coprotagonista nunca había actuado. Me fijé en ella en el trabajo y me parecía que su cara y sus expresiones encajaban con el personaje. Empezamos a practicar y ensayar con ella la interpretación y quedó bien. Cuando estaba haciendo el guion, ya me había fijado en la protagonista, con la que había compartido cartel en Manicómicos. Tenía unos rasgos duros y agresivos a pesar de que está especializada en comedia. Aceptó el papel como protagonista haciendo una asesina a sueldo porque para ella era un reto. Además, el teatro me sirvió para tener acceso a un grupo de actores que tienen a su vez contactos y te vas haciendo con un buen grupo de gente.

¿Llegas al mundo audiovisual para quedarte? Sí, ya tengo un proyecto más pequeño que iré grabando poco a poco y un proyecto grande que intentaremos hacer en 2019-2020. Quiero dedicarle mucho tiempo a las cosas que son importantes. Por otro lado, tras esta experiencia, para escribir el guion ya sé si puede ser viable o no. El cine es un arte precioso tiene la parte de imagen, sonido y poner a la gente a hacer cosas que tienes en la cabeza. El proceso de convertir algo que tienes en la cabeza en una realidad es maravilloso. Mañana mismo me dedicaría profesionalmente a esto pero tendría que ser algo que me diera de comer, algo que es irreal.