Hace unos días las redes sociales se hicieron eco de una historia: una mujer en Oregón cuenta que al comprar un producto made in China se encontró con un mensaje: "Si de casualidad usted compra este producto, por favor entregue esta carta a Derechos Humanos. Cientos de personas aquí son víctimas de una persecución..." Este relato puede ser verdad o mentira, pero lo que es seguro es que el hombre no siempre es justo. En la edición de abril-mayo de 2009 de El Periódico de Arteixo, Equal de Luce publicó un artículo que todavía hoy, es noticia.
El precio de la vida, la ley del talión y la crisis
Antaño, en siglos y milenios anteriores, cuando la gente contraía deuda y quedaba sumida en la pobreza aún tenía un recurso: se vendían a sí mismos como esclavos a cambio del pan de cada día, un techo y posiblemente un pequeño sueldo que le daba la posibilidad de volver a ser un hombre libre y comenzar una nueva vida después de haber saldado su deuda. Además había aquellos otros que eran arrastrados en contra de su voluntad por hombres blancos, o negros, de otras tribus, para venderlos como esclavos a terratenientes de diversos continentes.
Hoy, cuando ya no se sabe dónde termina el mundo civilizado y empieza la selva humana, el mundo sin ley, muchas personas, familias enteras, han contraído deudas de por vida con promesas de pago a tan largo plazo que no existe la posibilidad de deshacerse de la deuda, y hoy uno ya no puede ofrecerse como esclavo trabajando artesanalmente , primero porque para eso están las máquinas que lo hacen casi todo con gran eficacia, y segundo porque no es lo mismo presentarse con las manos vacías que con el lastre de una deuda, ¿Se puede ser más pobre?
Mucha gente se pregunta dónde está el dinero. El dinero está gastado a 20, 30 y 40 años vista, está gastado pero aún por ganar, los dueños son todos los bancos, ellos son los verdaderos terratenientes con un gran acopio de esclavos, y no están dispuestos a mover un dedo para facilitar el saldar las deudas contraídas. Si el tiempo es oro y la vida se compone de tiempo, mientras debamos un euro, los bancos son los dueños de nuestras vidas. En este primer trimestre el grueso del paro se ha engordado un 20%; en este momento hay un millón de familias en que no tiene trabajo ningún miembro de la casa. Si no hay trabajo simplemente no se puede vivir y en su desesperación algunos hombres y mujeres a quienes nunca se les hubiera ocurrido semejante cosa, están ofertando órganos vitales (naturalmente propios) para trasplante, por precio, lo publicitan por internet y en algún caso lo proponen como subasta al mejor postor. Se sabe que recientemente se pujó por un riñón hasta 900.000 euros. Increíble, pero lo más preocupante para nosotros es que está ocurriendo en España, donde se tiran cada día toneladas de alimento, y sin embargo cada vez hay más personas que pasan verdaderamente hambre y otras necesidades . Detrás de todo esto hay un peligro, las mafias internacionales, superorganizadas, de tráfico de órganos.
Las leyendas urbanas se multiplican. Se cuentan casos de personas, jóvenes, que después de una noche loca de diversión y droga, se han encontrado en un lugar desconocido con un fuerte dolor y una herida sangrante, para descubrir en los servicios de urgencias que le habían extirpado un riñón. Hay montones de historias parecidas y aún mucho más impactantes, que han sido desmentidas, no se sabe si porque realmente son falsas o porque no se quiere alarmar a la población, no obstante, los elementos fundamentales de ellas han sido sacados de casos reales.
Por todo el mundo corren leyendas escalofriantes donde cirujanos maquiavélicos, en complot con oscuros asesinos inhumanos concluyen negocios de venta de órganos, aprovechándose económicamente de la angustia de enfermos que solo tienen una salida, el trasplante. También muchos podemos recordar cuentos antiguos de blancos que degollaban a indígenas para sacarles las grasas para ungüentos. De ahí el famoso personaje «sacamantecas», o «El hombre del saco» o «El tísico», que bien nos advertían nuestras madres y abuelas de que nos podía chupar la sangre.
Inimaginables historias, cuentos y leyendas que se han quedado en pañales comparándolas con la realidad actual, porque ésta la supera con creces. Un problema generalizado que nos impide ver la verdadera dimensión y gravedad de todo esto es la capacidad que estamos adquiriendo esta generación teleadicta, que por la misma ventana vemos las noticias y la película de ficción, para digerir la maldad. Habrá quien diga, aún y reconociendo lo terrible del crimen que “unos dan su vida para que vivan otros”. Un mundo así es una selva sin ley. Como dijo uno de los últimos jefes indios americanos libres: “Termina la vida y empieza la supervivencia”. Y como dijo Darwin, el padre de la teoría de la evolución “La supervivencia del más apto”, que en la raza humana es el más rico, el más listo, mentiroso, cruel, embaucador, y el que usa como soporte del poder la fuerza. Cada vez más alejados de la cordura y echando por tierra todo plan de convivencia.
Un caso claro son las noticias que nos llegan sobre China, un gobierno claramente totalitario, donde hay más de mil campos de trabajos forzados en los que trabajan sin retribución desde las 5 de la mañana hasta las 12 de la noche en condiciones infrahumanas hombres y mujeres disidentes del gobierno, golpeados y mal alimentados que duermen apenas, debajo de las propias mesas de trabajo, que se van consumiendo hasta debilitarse. Solo de un grupo religioso llamados Falun Gong, a quienes según aseguran les extraen los órganos, estando aún vivos, para trasplante, hay más de cien mil condenados a trabajos forzados, de los que se sabe que no ofrecen resistencia ante tal trato bestial. Si falta personal para cubrir los puestos vacantes, en estos campos de trabajo clandestinos para el mundo occidental, no pasa nada: hay más juicios condenatorios ¿será por falta de gente? ¡Terrible! Además están los condenados a muerte a quienes se les «invita» a firmar un documento de donación «voluntaria» de órganos para «saldar su deuda con la sociedad», o así se lo hacen creer.
Del 2000 al 2005 ha habido en China una cantidad desmesurada de trasplantes de órganos de todo tipo, sumamente compatibles con el paciente y en un tiempo récord de espera hasta en los casos más difíciles de grupos sanguíneos. Según aseguran fuentes informativas con credenciales, no son los pacientes que esperan por los órganos sino los órganos por los pacientes (Pg. Int. DISCOVERY DE SALUD EXTRAEN ORGANOS DECENAS DE MILES ... ). En cualquier país del mundo donde se puede acreditar la procedencia de los órganos trasplantados hay una media de espera de dos años.
La coincidencia de esa gran cantidad de trasplantes en China, va unida a la violenta persecución a esta organización religiosa que pasa de los setenta millones de miembros. Sin más comentarios... (Más información en Google. Bajo el encabezamiento: Trasplantes de órganos en China... - existen informes en menor escala de otras partes del mundo)
Volvemos al principio. Haciendo uso de trece páginas web se publicita la venta de más de treinta órganos para trasplante en España donde este acto está prohibido pero no penado, lo hacen en su desesperación personas, normalmente cabezas de familia, cegados por su situación económica a la que no le ven salida, haciendo de ese modo la competencia a las mafias y colocándose en su punto de mira como posibles víctimas y cómplices de ellas. La crisis se cobra su salario “vida por vida”, la ley del talión.