Qué injusta es una Sociedad que permite heredar la pobreza y que el confinamiento por el covid-19 de paso a una mayor exclusión. Pedro y María (nombres ficticos) cumplen la mayoría de edad en plena crisis sanitaria por el covid-19. Esta circunstancia es una piedra más en su mochila; ya tienen demasiadas. Han crecido bajo el paraguas del sistema de protección "de menores". Un sistema que se aparta de sus vidas cuando ya son mayores de edad. Ahora toca buscarse solo la vida.
Hay entidades, como Igaxes, que a través de programas específicos acompañan durante un tiempo más a estos chicos y chicas. Pero pronto tendrán que valerse por ellos mismos.
Para Igaxes, como para otras entidades de carácter social, "asistimos aos inicios da crise social máis importante en décadas". El escenario pinta mal: la equidad educativa en mayor riesgo que nunca, empresas que echaban antes una mano para incorporar al mercado laboral a estos jóvenes ahora no van a poder hacerlo...
Hablamos de necesidades básicas: una alimentación saludable; dormir en un lugar seguro; seguir formándote; coger el bus... Pedro y María lo van a tener que hacer, como otros muchos chicos y chicas, pero en su casos solos. Sin apoyo familiar, por eso han crecido en el sistema de protección y sin recursos económicos: el destino les augura una situación incierta marcada por la precariedad.
Aclarar que somos todos responsables de su futuro. La Convención sobre los Derechos del Niño nos obliga a todos por igual: jurídica, política y socialmente. ¿Y qué estamos haciendo? La mayoría nada.
Por eso hay que evitar a toda costa que se reproduzca la pobreza generacional, es un reto ya pendiente de antes y que ahora si cabe es más dramático.
En Galicia, los niños, niñas y adolescentes del sistema de protección salen de media a los 19 años. ¿Cuántos jóvenes salen de su casa a esta edad? Los jóvenes extutelados por la Administración pública están obligados a hacerlo 10 años antes de la media.
"Segundo a Enquisa de Poboación Activa, apuntan desde Igaxes, a taxa de ocupación dos mozos e mozas galegas entre 16 e 29 anos era do 36,9% ao remate do mes de marzo". Es fácil imaginarse la situación que cae encima de los jóvenes más vulnerables: la repercusión de la crisis económica agrava la situación, tanto en destrucción real de empleo como en la capacidad de contratación de las empresas. Las categorías laborales más precarizadas van a ser las más afectadas.
"Precisamente, indican desde Igaxes, aquelas nas que se inserta a poboación en risco de exclusión. Por eso en esta entidad hablan de "Da vulnerabilidade á emerxencia". Porque "Na Galicia anterior ao coronavirus, un 21,94% das mozas e mozos entre 16 e 25 anos estaban en situación ou risco de pobreza (IGE, 2018). Isto significa que polo menos unha de cada cinco persoa mozas en idade de traballar vivía en fo gares con ingresos inferiores ao 60% da renda media en Galicia, é dicir, con menos de 750 euros mensuais por persoa".
En conclusión, Igaxes acaba de publicar un informe en el que aborda el impacto de la crisis en más de 60.000 jóvenes que viven en hogares con pocos ingresos o en una situación de pobreza heredada . INFORME