Oversharing o sharenting es la sobreexposición de la infancia en las redes sociales.
El compartir imágenes o vídeos de los hijos en las redes sociales se ha convertido en tendencia entre los padres.
Esta sobreexposición de los menores de edad en las rede ya tiene nombre: oversharing o sharenting.
El problema comienza con la imposibilidad de controlar este contenido, ya sean textos o imágenes, una vez se ha publicado.
A diario se publican diversas imágenes de niños y niñas, bebés durmiendo, en la bañera, jugando en el parque o en su propia habitación.
El oversharing conlleva un peligro para la Infancia provocado por la falta de conocimiento de sus padres, quienes deben saber que la usurpación de identidad y el posible uso de las imágenes como material pornográfico son solo dos de los riesgos que esto conlleva.
Una encuesta elaborada por la firma de seguridad informática AVG en 10 países, entre ellos España, recoge que el 23% de los niños tiene presencia en las redes sociales ya antes de nacer.
¿Qué dice la ley en España?
La legislación avanza en materia de protección del llamado derecho al olvido.
Así, la Ley orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales incluye una mención específica al ejercicio de ese derecho cuando terceros hayan subido información respecto a menores de edad en redes sociales.
El apartado 3 del artículo 94 sobre el derecho al olvido en servicios de redes sociales y servicios equivalentes recoge lo siguiente:
«En caso de que el derecho se ejercitase por un afectado respecto de datos que hubiesen sido facilitados al servicio, por él o por terceros, durante su minoría de edad, el prestador deberá proceder sin dilación a su supresión por su simple solicitud», y ello sin necesidad de que concurran otras circunstancias como las mencionadas en otros supuestos contemplados en ese mismo artículo.
Pero antes de echar mano de la ley es importante potenciar una educación sobre oversharing que facilite un uso consciente y responsable de espacios de comunicación como los medios sociales.
Ello implica disponer de un mayor conocimiento y, sobre todo, comprensión de las condiciones de uso y políticas de privacidad que presentan estas plataformas, pero también profundizar en el alcance de la información que se publica y en los riesgos potenciales que pueden derivarse del uso que hagan otros usuarios.