Los talleres de Jóvenes para Jóvenes en Galicia están llegando a su fin. Desde Helsinki España, hemos entrevistado a una pareja de voluntarias para conocer su experiencia.
Sara tiene 22 años, es monitora de ocio y tiempo libre y terminó educación social el año pasado. Ahora está cursando un máster de género, igualdad y educación en Santiago de Compostela. Laura tiene también 22 años, el año pasado terminó psicología y actualmente está cursando un máster de psicología de la intervención social y comunitaria, también en Santiago. Ambas son amigas desde hace 11 años y conocieron Helsinki España a través de una profesora de Laura que le informó de la iniciativa. Laura decidió compartir la propuesta con Sara y no dudaron en apuntarse. "Si es cierto que hay otras ocasiones de aprender de todos estos temas que también se tratan en la semana de formación con Helsinki, sin embargo, oportunidades de llevarlo a la práctica hay pocas”, nos comenta Sara. “Haces programas pensando en adolescentes, pero nunca acabas tratando con esos adolescentes” dice Laura.
Jóvenes para Jóvenes como espacio de debate.
Ambas voluntarias acudieron al IES Eduardo Pondal, más concretamente a 1º de la ESO D. La primera sesión que impartieron fue introductoria sobre los Derechos Humanos. Las otras tres temáticas tratadas fueron de género, salud mental y bullying y ciberacoso. “Creo que la que más les gustó sin duda fue la de bullying y ciberbullying, que son temas que les implican directamente. Quizás el género o la salud mental resulta algo más abstracto (aunque creo que son igual de importantes), pero el tema del acoso y las redes sociales está a la orden del día”, afirma Laura.
Laura y Sara tuvieron la iniciativa de proporcionar al alumnado un panfleto que les entregaban al final de cada sesión. Este panfleto contenía recursos y más información que les serviría de ayuda en el futuro. “Escribimos números de teléfono donde pueden llamar y páginas webs donde pueden escribir para pedir ayuda si la necesitan. Yo les dije “a lo mejor ahora no os interesa, pero guardadlo porque en un futuro puede incluso literalmente salvaros la vida””, comenta Laura. “Lo hicimos con todos los temas, también les ofrecimos una copia de los Derechos Humanos y de los Niños”, añade Sara.
Jóvenes para jóvenes como experiencia de aprendizaje.
Cuando Sara rememora su etapa escolar comenta: “Recuerdo cuando en mi colegio venía alguien a dar una charla y lo entendíamos como perder una hora de clase. Nosotras intentamos que fuera muy práctico, ofreciéndoles herramientas y haciendo muchas dinámicas para involucrarlos más”. Tal y como añade Laura “nosotras íbamos a estar en un espacio con esos y esas adolescentes y hablar con ellos, no para ellos. No es solo perder una hora de clase, si no una posibilidad de poder aprender activamente”. “Creo que estas charlas son muy necesarias, durante más tiempo y de más temas. Estas cuestiones muchas veces ni se hablan en el colegio ni en casa, por lo que se acaban convirtiendo en una especie de tema tabú. Son las generaciones futuras, y si nadie les está hablando de esto que es tan importante, tengo una responsabilidad yo hacia ellos”.
Sara recuerda su experiencia danto los talleres “muy positiva, tanto para nosotras como para ellos. La soltura que tuvimos en la primera sesión y en la última fue muy diferente. También fuimos capaces de crear un ambiente muy guay, aunque en la primera estuvieran muy cohibidos, en la última todos hablamos, y escuchamos a niños que nunca antes habían participado”. Laura añade “para mí fue positiva y fue además una experiencia de aprendizaje. Llegar a un sitio que no conozco, con gente que no conozco, pensando que no tengo nada que aportar y darme cuenta de que me están atendiendo a mí y que logramos que fuera más que una hora perdida. El primer día siempre hablaban las dos mismas personas, pero el último día habló prácticamente todo el mundo, y el que no, estaba atendiendo, eso es muy reconfortante.”
Jóvenes para Jóvenes como punto de partida.
“Una de las cosas que más me ha gustado es conocer verdaderamente la realidad de los adolescentes. Fuimos a un ambiente de educación formal que es muy diferente a lo que estoy acostumbrada, y conocer qué es lo que estaban pensando, sintiendo y viviendo los niños y las niñas me pareció muy interesante. Así detectábamos cuáles eran las necesidades que tenían para poder tener un punto de partida, ahora sabemos de dónde venimos y hacia dónde queremos ir”, comenta Sara. “A mí me abrió la puerta a darme cuenta de que realmente trabajar con personas sí me gusta y me llena, y me ha dado ganas de hacer otras cosas”, añade Laura. Ambas afirman estar actualmente en busca de nuevos proyectos similares para poder participar en ellos.
Cuando les preguntamos sobre si recomendarían la experiencia a otros jóvenes Laura comenta “yo la recomendaría cien por cien. No creo que tengas que tener un perfil concreto; aunque quizás sea eso lo que te lleve a inscribirte en un primer lugar, eso no significa que seas más o menos capaz de hacerlo. Yo con lo que más satisfecha estoy es con haberles preguntado y haber adaptado las sesiones a lo que ellos y ellas sabían y necesitaban. Eso se notó a la hora de llevarlas a cabo y vimos que eso era lo que les hacía falta, es una forma de crear un espacio más horizontal”.
A través del testimonio de Laura y Sara, Helsinki España se reafirma en el poder transformador de la educación para contribuir al desarrollo de una sociedad más informada y sensibilizada.
Jóvenes para Jóvenes. https://helsinkiespana.org/proyecto-jovenes-para-jovenes/