El "Burnying" es un desgaste de la generación Z que puede afectar durante varios años.
El "Burnying" es un desgaste, que afecta a la generación Z en el ámbito educativo. Puede durar varios años y llegar a condicionar la adaptación al mercado laboral de los actuales estudiantes.
Según especialistas, es importante que en los centros educativos se aborde el problema buscando soluciones integrales similares a las que se aplican en las organizaciones.
Pues es en los centros educativos donde se transmiten conocimientos y se adquieren habilidades para desarrollarlas en el ámbito laboral. También los centros son los lugares donde se reproducen dinámicas que pueden llevar al alumno al desgaste.
De este modo el Burnying se caracteriza por el agotamiento emocional y sus consecuencias pueden llegar a ser muy graves en la salud mental.
Así, este nuevo concepto fue presentado por Affor Health: “¿Cómo serán las tecnologías de la salud en 2030?”. El objetivo es desarrollar una herramienta de autodiagnóstico para identificar los niveles de agotamiento en los jóvenes y generar conciencia para actuar.
“Los espacios educativos tienen muchas similitudes con los centros de trabajo, una de ellas es que reproducen las mismas situaciones que detonan problemas psicosociales como el estrés, ansiedad y depresión. La gran diferencia radica en que en los menores, estos problemas pueden convertirse en un factor de riesgo a la hora de abordar su incorporación al ámbito laboral” considera María del Carmen Rodríguez, directora de Intervención Psicológica de Affor Health.
Centennials en el mercado laboral
Por otro lado, la Generación Z o centennials representarán en breve el 41% de la fuerza laboral mundial, según el Banco Mundial, lo que supondrá un gran impacto en el ámbito del trabajo.
No obstante, aunque la Generación Z está conformada por nativos digitales, es decir, jóvenes inmersos en la tecnología, el consumo excesivo de ésta puede ocasionar un desgaste: un estudio reciente de Microsoft establece que el 53% de las personas que utiliza el ordenador tiene un uso medio entre 4 y 10 horas diarias; sin embargo, los centennials hacen un uso más intensivo. Puede llegar hasta 14 horas diarias.
“Aquí encontramos efectos similares, ya que la no desconexión tecnológica de la Generación Z es un problema, al igual que la no desconexión en los colaboradores en las empresas. En ambos casos hay un sentimiento de despersonalización que puede restarles sensibilidad, donde ya no les importa el otro porque es intrascendente lo que pasa con ellos. Tanta insatisfacción que genera el Burnying los convierte en personas agotadas, incluso llegan al ámbito laboral desgastadas, con un estrés acumulado de varios años que no fue atendido a tiempo”, explica Carmen Rodríguez.
Frenar el problema
No obstante, para frenar esta problemática, se recomienda que los centros educativos apliquen estrategias muy similares a las que se implementan en modelos organizacionales de las empresas, donde lo principal debe ser la salud mental de los estudiantes.
“Hay jóvenes que pueden traer consigo un desgaste de hasta 15 años por estar sometidos a constante estrés y ansiedad en sus centros educativos. El gran reto consiste en empezar a mirar este problema, analizarlo y buscar soluciones integrales, como ocurre en centros de trabajo. El alumno no es consciente de que padece Burnying, por lo que detectarlo a tiempo puede contribuir a que este problema de salud mental no trascienda al ámbito laboral”, concluye.