Se define la promoción de la salud como: el proceso que proporciona a las personas los medios para ejercer un mayor control de su salud y poder así mejorarla.
La ciencia ha modificado hoy a las personas de modos más sutiles: «penetrando en sus cabezas» y proporcionándoles informaciones y elementos de juicio que son la base de sus elecciones cotidianas y su conducta.
Es lo que ocurre cuando, inadvertidamente, consideramos las calorías que aporta un alimento o los aditivos alimentarios que contiene, al tomar una decisión de compra en el supermercado, o cuando modificamos nuestros hábitos sobre la base de información médica.
Se trata de un tipo de información técnica que hacemos nuestra, a través de la escolaridad y los medios de comunicación, y que no sólo condiciona nuestra conducta, sino que marca los límites para nuestra implicación en asuntos públicos relacionados con la ciencia o la tecnología, que son hoy día una mayoría de los temas objeto de preocupación social.
Se necesita una cultura científica de la sociedad
Todos estos elementos ponen de manifiesto la importancia de la cultura científica en la sociedad actual, la importancia de tener un cierto nivel de conocimiento científico para orientar mejor nuestras conductas y permitirnos la formación de opiniones razonables sobre los temas más diversos.
Por ello la información es un elemento crucial de nuestra vida diaria. Nos permite tomar decisiones, tanto si se trata de verdaderas cuestiones existenciales, como de los dilemas de todos los días.
La sociedad moderna se basa en la comunicación de información y en su distribución a través de numerosos canales y formatos (medios de comunicación, Internet, relaciones personales). Tanto si se refieren como si no a la salud, influyen en nuestra percepción, nuestras elecciones, nuestra gestión de los riesgos y nuestro comportamiento, lo que, a su vez, repercute en nuestra salud.
Nuestra necesidad de información, nuestros esfuerzos para encontrarla y nuestros motivos para utilizarla varían en función de nuestra situación vital.
Cuando estamos sanos, el interés está motivado por la curiosidad o por promocionar nuestra salud. A principios del siglo XXI, estamos viviendo más y con más tiempo libre de enfermedad.
Esperanza de vida
Se pasó de 40 años de esperanza de vida a principios del pasado siglo a más de 80 años al final, y en tanto en las primeras décadas disminuyó la mortalidad de los más jóvenes, en las últimas se incrementó la longevidad en los mayores de 60 años.
También se ha producido el fenómeno denominado compresión de la morbilidad, disminución importante de la carga de la enfermedad durante los primeros cincuenta años de vida, concentrándose toda la patología a partir de dicha edad.
En la I Conferencia Internacional de Promoción de la salud, celebrada en la ciudad canadiense de Ottawa en noviembre de 1986, se produjo un cambio en el concepto y responsabilidades de salud.
La Nueva Salud Pública
Se define la promoción de la salud como: el proceso que proporciona a las personas los medios para ejercer un mayor control de su salud y poder así mejorarla. La salud no se contempla como un objetivo en si misma si no como un recurso para la vida cotidiana, pasándose la responsabilidad de la salud a cada ciudadano, debiendo el Estado facilitarle los medios para que cada uno de nosotros podamos ejercer dicha responsabilidad.
Es el reconocimiento de la mayoría de edad en salud. Pero esto exige estar preparado, capacitado, y en ello la información sanitaria desempeña un papel fundamental.
La promoción de la salud busca el desarrollo de medidas individuales y comunitarias que puedan ayudar a las personas a desarrollar estilos de vida que permitan mantener e incrementar el estado de bienestar. Se mira no sólo como evitar la enfermedad, sino también como aumentar la capacidad para vivir.
Es una visión positiva de la salud que ha sido llamada la tercera revolución de la salud pública. La primera se enfrentó a las enfermedades transmisibles, y la segunda a las crónicas.
Fuente: extracto de una Conferencia del doctor Juan Gestal Otero, Santiago de Compostela.