Tenemos un problema serio de trastornos alimentarios y qué vamos a hacer para resolverlo entre todos.
Los días 8, 9 y 10 de noviembre de 2017, se celebró en A Coruña, el III Congreso Internacional “Juventud y Consumo: nuevos retos” organizado por la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios de A Coruña. Detrás del telón de este escenario lo que está en juego son las necesidades y derechos de la infancia.
El día 8 por la tarde se celebró la sesión "Trastornos alimentarios" que se inició con la Conferencia impartida por Ovidio Vidal Vázquez, médico especialista en Endocrinología y Nutrición y ex jefe de servicio del CHUAC, "Obesidad, la gran epidemia del siglo XXI".
El doctor Vidal afirmó "tenemos un problema, hay que saber cuáles son las causas y qué vamos a hacer todos para resolverlo".
La obesidad es un problema. Porque esta enfermedad y sus consecuencias cuesta mucho; porque muchos obesos tienen y van a tener muchos problemas sociales; es un problema de salud, el obeso se muere antes, 15 años antes de la media y además se muere con muchas enfermedades; también es un problema de tratamiento: medicina académica, social, no tradicional.
La obesidad es el exceso de grasa. Esta situación hace que funcionen mal muchas cosas de nuestro organismo. El doctor Vidal Vázquez se refirió a un macrotrabajo publicado recientemente en el que se miraron 68 millones de pacientes, lo que conlleva conclusiones significativas: "en el mundo hay 100 millones de niños obesos; en España el dato es que entre 5 y 9% de nuestra Infancia es obesa.
Otras conclusiones de este trabajo son: con la edad sube la obesidad y cuando más pobre se es socialmente, más gente obesa hay; cuando uno tiene poco dinero tiene que comer cosas que llenan pero que no nos alimentan.
La obesidad acarrea enfermedades pulmonares, digestivas, cerebrales... y muchos estudios relacionan obesidad y cáncer: obesidad y cáncer están asociados. Todos los cánceres que dependen de la obesidad están aumentando, el resto no. Otro dato, la obesidad aumenta el riesgo de 13 tipos de tumores.
En cuanto a dato económico Ovidio Vidal Vázquez compartió que la obesidad supone el 7% del gasto sanitario a lo que habría que sumarle lo que la gente se gasta además en tratamientos no convencionales.
Para entender la obesidad hay que retroceder 5 millones de años. El hombre al principio tenía hambre y comía de los bosques; pero el clima empezó a cambiar y el hombre empieza a pasar hambre; el hombre tiene que empezar a almacenar. Se modifica su dentadura, su aparato digestivo… Y se aprovechó de la insulina, una hormona que también puede producir grasa.
Vuelve a cambiar el tiempo y el hombre no tiene más remedio que empezar a comer cosas con más densidad energética. Crea un sistema nuevo y acepta más insulina.
Llega la glaciación. El hombre empieza a comer carne. El cerebro necesita azúcar y con esta alimentación toma poca, entonces el cuerpo vuelve a gestionar qué hacer con la insulina.
El homo sapiens sigue conservando todos los mecanismos de energía y crea el gen ahorrador. En esta época el hombre puede comer de todo pero tiene que trabajar para comer. En el siglo XVII aparecen las máquinas y podemos comer con menos esfuerzo.
Así que nuestro organismo pasa de un sencillo mecanismo de control, a uno complicado y le resulta difícil gestionar esta nueva situación. Tiene una serie de elementos que crean energía y otros que la queman. Y cada persona tiene un organismo específico que tiene su propio gen ahorrador. Lo que sí está claro es que nuestro organismo no está preparado para excesos. Tenemos un gen ahorrador y vivimos en un mundo abundante en cuanto a comida sin esfuerzo para obtenerla; aquí estriba en parte el problema de la obesidad.
¿Qué podemos hacer?
Pues que los obesos vayan al médico para encontrar su propio punto de equilibrio. Y tener claro que adelgazar se consigue con esfuerzo, cambiando conductas, haciendo ejercicio y si es necesario en casos extremos recurrir a la cirugía. Y siempre bajo la supervisión de un médico pues nuestra dieta nos tiene que garantizar un mínimo de fibra, vitaminas, agua, proteínas, lípidos... para estar bien alimentados.
Un objetivo puede ser empezar por perder un 10% de nuestro sobrepeso. Es una buena inversión para reducir la mortalidad.
El doctor Ovidio Vidal Vázquez también apuntó lo más importante para tratar la obesidad: la educación. Y el ejercicio pues tiene un efecto sobre el apetito: no lo aumenta, quema grasas, mejora los factores de riesgo, hace que nuestro cuerpo funcione mejor y que mejore así nuestra salud en general.
¿A qué especialista hay que dirigirse? Al médico de familia. Siempre es el primero.
Isabel García/ periodista