"La música es un idioma, y el bebé puede aprenderlo de la misma manera que aprende su idioma materno".
La música es un medio comunicativo primario que nos acompaña desde los orígenes del ser humano. Antes que comprender las palabras, los bebés perciben la entonación de las mismas.
Y es que la música es un idioma, y el bebé puede aprenderlo de la misma manera que aprende su idioma materno.
La manera en la que hablamos a nuestros bebés puede ser muy diferente según el idioma y la cultura que tengamos, sin embargo la manera en la que le cantamos nanas es muy similar en todo el mundo.
Y es que las nanas son verdaderos canales de transmisión emocional entre la mamá y el bebé que permiten establecer fuertes vínculos de amor y protección.
La cultura popular nos ha transmitido que las nanas son más efectivas que las palabras para reducir el stress en los niños. Hoy la ciencia nos confirma que escuchar música resulta placentero porque durante esta actividad se liberan en el cerebro dopamina y endorfinas que nos hacen sentir bien.
Estas hormonas tienen un papel importante en el comportamiento, la cognición, la actividad motora, la motivación, el sueño, los estados de humor, la atención, y el aprendizaje. Se ha demostrado que esta liberación hormonal que produce la música tiene también múltiples beneficios terapéuticos, como por ejemplo mejorar el sistema inmunológico en los niños y combatir el stress en bebés prematuros [1].
Al escuchar música se activan las áreas del cerebro que se encargan de la imitación y la empatía, son las áreas donde están las neuronas espejo que actúan reflejando las acciones e intenciones de los otros como si fueran propias. Las neuronas espejo nos permiten sentir la emoción de los demás, su alegría, su dolor, su tristeza, y éste es el motivo por el que la música nos ayuda a crear vínculos afectivos.
Sin embargo, desde la época del Bel canto, en la sociedad occidental se ha ido arraigando progresivamente la vergüenza por cantar, basada en esa idea popular de que si no eres capaz de hacerlo como un profesional mejor no lo hagas.
Extrema especialización
La extrema especialización a la que se ha sometido el ser humano en el último siglo ha contribuido a hacer más grande la diferencia entre dos franjas cada vez más opuestas: aquellos que cantan de forma profesional y los que apenas lo hacen, con una tendencia a eliminar progresivamente cualquier tipo de alternativa intermedia. Y esto es así hasta el punto de que en la actualidad muchos músicos profesionales, intérpretes de un instrumento diferente a la voz, han dejado también de cantar. Alejándose así del modelo educativo de los grandes músicos de todos los tiempos, donde la música vocal había supuesto la base de sus educaciones musicales.
Por otra parte, las oportunidades que nos brinda el avance de la tecnología en ocasiones nos ayuda a tomar el camino más fácil en lugar del mejor. Y es que hoy podemos ponerle a nuestro bebé cualquier tipo de música en cuestión de segundos. Como hemos comentado más arriba, son muchos los estudios que han demostrado los beneficios de escuchar música en el cerebro, sobre todo cuando ésta es compleja, variada y de calidad. Sin embargo, esta actividad nunca debe sustituir a la de cantarle a nuestro bebé, sino que debería ser un complemento.
Rubén L. Someso / Músico, compositor y experto en pedagogías musicales
Director del espacio: Música Vivencial
Espacio de música especializado en las pedagogías más avanzadas con respecto a la enseñanza de la música donde los padres acompañan el proceso de aprendizaje de sus hijos. Las metodologías utilizadas en MUSICAVIVENCIAL han sido especialmente desarrolladas para el aprendizaje de la música en niños desde los 0 años de edad, basándose en el juego y en los procesos de aprendizaje de la lengua materna.
Contacto y por teléfono: 669 442 121 (Rubén Someso)
[1] Gooding, L.F /2010): “Using music therapy protocols in the treatment of premature infants: an introduction to current practices”. The arts in Psychotherapies 37, 211-214