Marta Brañas: “Vinculo mucho el ejército y el boxeo porque hay multitud de valores comunes”

 

El nombre de Marta Brañas está ligado al boxeo pero detrás de la Potrilla de Arteixo se esconden muchas más facetas. Tras abandonar el boxeo, Marta Brañas se centra en avanzar en su carrera militar ya que, como dice, le hace sentirse realizada. Además de ello no abandona sus dos pasiones deportivas: el fútbol, ahora con el SCD Pastoriza y la equitación.

¿La tradición militar te viene de familia?

No pero desde siempre me llamaron la atención las fuerzas de seguridad del estado. De hecho, de pequeña le cogía la ropa a mi padre de la mili y me disfrazaba. Cuando acabé los estudios, empecé a trabajar en Casas Novas y uno de los profesores, comandante del ejército,me animó. El periodo de instrucción fue en Cáceres. Era la primera vez que salía de Arteixo e iba con un poquito de miedo pero disfruté muchísimo. Es una de las mejores épocas de mi vida por los compañeros que haces y el ambiente que se crea. Ahora soy soldado y si a los 45 años no haces la permanencia, tienes que dejar el ejército. Por eso decidí estudiar enfermería. Me gustaría trabajar de enfermera pero me quiero acabar mi vida como militar porque me siento realizada. Así que lo máximo a nivel personal y laboral sería ser enfermera militar.

Llevas ya 10 años en el ejército, en esta época ¿se ha notado un aumento en el número de mujeres?

Sí. Mayoritariamente son hombres pero cada vez hay más mujeres que se animan. A nivel de igualdad, personalmente, nunca he visto ninguna discriminación. El trato tanto de compañeros como de jefes es el mismo tanto si eres hombre como si eres mujer. Los sueldos son iguales, el trabajo es el mismo y yo puedo optar al mismo puesto que un hombre.

La despedida del boxeo fue bastante amarga, ¿has cerrado definitivamente esa etapa?

Sí. Cuando lo pienso en frío y más tiempo pasa menos me arrepiento de haber tomado esa decisión. Pensé en dejarlo después de competir el Mundial, ganara o perdiera. Previamente salió la oportunidad de disputar el Campeonato del Mundo Latino. Me avisaron con poca antelación pero cambié fechas de exámenes, pedí todos los permisos y me puse a entrenar. Tenía que bajar 4 kilos en tres semanas, hice el esfuerzo y me encontré motivada. Ya estando en Panamá, el día antes del pesaje empezó a haber tensiones con mi manager y el de allá por tema económico. El de Panamá dijo el día del pesaje que había combate pero que no pagaba la tasa del título. Yo me negué porque a mí el dinero me daba igual, yo boxeaba por el título. En el pesaje me faltaba bajar unos gramos y lo pusieron como excusa para que no hubiese título. Así que me puse a correr en chanclas en la elíptica del hotel y di el peso. Aun así dijeron que no había título y la Federación gallega dijo que pagaba las tasas pero el promotor se negó a hacer el combate. Es muy triste que por el tema económico se pierdan los valores deportivos y es una falta de respeto hacia mí y el deporte en general. Tomé la decisión de dejar el boxeo allí en caliente pero no me arrepiento para nada.

¿Qué te ha aportado el boxeo?

Formó parte de mi vida durante 14 años. Me ha formado como persona y deportista y me ha inculcado valores deportivos, de esfuerzo, sacrificio, compañerismo… por eso vinculo mucho el ejército y el boxeo porque hay multitud de valores comunes. Si me tengo que quedar con algo de todo lo que he vivido en el boxeo me quedo con la competición a nivel internacional con la selección española. Eso para cualquier deportista es un sueño, es el deporte puro. A nivel profesional he abierto un poco las puertas en el boxeo femenino y es un orgullo haber disputado el primer campeonato de España femenino en la historia.

¿Has notado el aumento de mujeres en el boxeo?

Sí. Al principio en el gimnasio, yo era casi la única que practicaba boxeo. Al final, había días en que eran más chicas que chicos. A nivel competitivo se notó muchísimo que en el 2012 lo hicieron olímpico porque era el único sin representación femenina. El boxeo es un deporte muy completo a nivel psicomotriz, aeróbico y descargas mucha tensión. El ambiente suele ser muy saludable y ahora hay mujeres, mayores y niños.

(Entrevista publicada en la edición papel del mes de agosto en el diario de Arteixo. Información de Miriam Cancela)

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