Ver su obra publicada es para cualquier escritor la conversión al mundo real de una ilusión fraguada durante años. Frank Arias consiguió hacer realidad este sueño hace ya casi tres años. Junto a Javier Monja, ilustrador, decidió montar su propia editorial, T-Raptor, para llevar al público todas las historias que nacieron de su imaginación. Desde la publicación de sus primeras obras, además de escribir e ilustrar, viajan por toda España para acercar al público sus novelas y trasladar su entusiasmo a todos sus lectores.
¿Por qué el nombre T-raptor?
Es un pequeño juego de palabras. Cuando oyes nuestro nombre, tu mente se dirige inmediatamente a los dinosaurios, de ahí nuestro logo. T-Raptor proviene de nuestra intención de lograr que nuestras historias “rapten” a la gente, que distraigan de las vicisitudes del día a día y hagan más soportable nuestro paso por el mundo. Además, consideramos que la lectura no está extinta, al contrario que los dinosaurios.
En poco tiempo habéis conseguido tener una importante colección, ¿cuánto tiempo dedicáis a cada libro?
Tengo libros que he escrito en un año, otros en tres y algunos llevo preparándolos desde los dieciséis años. Soy de los que consideran que las cosas hay que hacerlas bien, con mimo, hacer de cada detalle algo especial.
¿Por qué decidisteis crear vuestra propia editorial?
Empezamos autopublicándonos la primera obra. Invertimos nuestros ahorros y nos lanzamos a por todas con ilusión y energía, algo que hace falta más que nunca en este país. La gente se volcó con nosotros y decidimos que, si queríamos continuar, lo mejor era montar nuestra propia editorial, ya que, además de garantizarnos tener el control total de nuestras obras, nos abriría las puertas a dejar el libro en librerías.
Tenéis varias temáticas ¿Qué caracteriza a cada una de ellas?
Tenemos tres: Shinigami, Somnus y Leviatán. La saga Shinigami entra dentro de la novela negra, aunque no es la típica en la que hay un solo personaje y éste es un policía. Somnus es una saga de fantasía épica medieval. Una historia para todos los públicos. En ella, Leon Wilde, un afable niño de ocho años, entra en coma. A raíz de este suceso, se sumerge en un mundo de fantasía llamado Somnus (en latín sueño) en el que toda magia se halla prohibida y perseguida. Sin embargo, Leon descubrirá que tiene el don de la magia y decidirá aprender sus entresijos para regresar junto a sus padres. Además, cuenta con una ilustraciones preciosas que corren a cargo de mi compañero y socio Javier Monja. Leviatán es una obra de terror mítico y sobrenatural. Es una novela interesante que no dejará indiferente a nadie, especialmente por su estilo poético.
La última publicación es Leviatán, una novela de terror, ¿qué tal está funcionando?
Mejor de lo esperado. Para mí fue la más difícil de escribir. Quería que transmitiese la opresión que se busca en una obra de terror, que el lector experimentase todas las sensaciones que asfixian a los personajes. De hecho, tuve que rehacerla hasta quedar satisfecho.
¿Conseguís vivir de vender libros?
Es un tema complicado, tenemos que movernos mucho, pero sí, vivimos de vender. No podemos darnos caprichos. Nos da para comer, pagar impuestos y seguir invirtiendo. Mientras podamos seguir publicando libros seremos felices.
¿Cuál sería vuestro público objetivo, o es lectura para todos los públicos?
Mi intención es llegar a todos, o casi todos, los públicos. Shinigami es una obra para adultos, dada la naturaleza de su temática, aunque es cierto que existen jóvenes que la están leyendo. Somnus, en cambio, es una novela que llega a un público más amplio. Los más jóvenes verán la trama, las aventuras de los personajes, mientras que los adultos percibirán el trasfondo de la guerra, las traiciones, los mensajes ocultos.
Viajáis de un lado a otro por ferias y eventos para dar a conocer vuestro trabajo...
Hemos participado en ferias de muestras, en salones del manga y cómic, festivales de fantasía, ciencia ficción y, por supuesto, en ferias del libro. Estamos encantados de poder participar en estos eventos, ya que creemos que debemos dar la cara, mostrar nuestra labor, estar frente a frente con el público y hablarles con el corazón. Cuando hablas con nosotros se nota la ilusión y la pasión que ponemos en nuestra editorial, y creo que es algo que la gente agradece.
¿Cuándo comenzasteis esta aventura, ¿imaginabais que llegaríais hasta aquí?
Mi sueño siempre fue tener la oportunidad de publicar una de mis novelas. No olvidaré jamás el día que me trajeron los libros, el momento en el que abrí la caja y tomé mi obra convertida en un libro. Fue un proceso arduo y complicado, pero que mereció completamente la pena. Trabajar en lo que a uno realmente le apasiona es complicado, pero una vez se consigue es muy grato.
¿Cómo animaríais a la gente a perseguir lo que quieren?
Vivimos en un mundo un tanto cruel y despiadado en el que los sueños muchas veces son relegados al olvido. Es complicado luchar por lo que uno desea, pero es esa complicación lo que lo en algo especial. A aquellos que desean publicar un libro, montar un negocio, en definitiva, cumplir su sueño sólo puedo decirles que adelante. Siempre salen complicaciones, pero parte del encanto de madurar es aprender de los errores y cómo sortearlos. No dejéis de creer en vosotros mismos y luchad con todas vuestras fuerzas. Puede que no consigáis cumplir vuestro sueño hoy ni mañana, pero con esfuerzo y tesón todo es posible.