Si piensas en huir de la guerra, no lo conseguirás

Detrás de ti siempre habrá un hogar perdido...
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Detrás de ti siempre habrá un hogar perdido, seres queridos que no podrán regresar y heridas profundas que nunca podrán sanar.

Los llevarás a un lugar donde todo esto está ausente, pero nunca más podrás crear un nuevo hogar a partir de las ruinas del perdido. Siempre habrá algo que te atraiga allí. Siempre proyectarán sus sombras, que eventualmente se convertirán en pozos que serán cada vez más difíciles de sortear.

Cuando piensas que la guerra está muy lejos, es una ilusión, siempre te perseguirá. La verás en los fuegos artificiales, en la tormenta, en los silbidos del viento, en los ruidos de la calle, sabrás que las películas nos mienten cuando muestran actores con cuerpos mutilados porque sabes la verdad. La realidad siempre será diferente. Si descubres cómo son realmente las personas que mueren en la guerra, verás cómo es realmente la máquina de guerra caníbal e insaciable. No deja nada vivo detrás de ella.

En un año y medio en España, nunca pude apagar la alerta de ataque aéreo en mi teléfono de mi ciudad natal. Todos los días escucho la sirena a más de 3000 kilómetros de distancia. No podrás ver las películas que te encantaban porque en cada escena verás el pasado.

Esto no es único, la historia se repite y sin importar el lugar, siempre será igual de cruel.

Las autoridades consideraron que las protestas en Georgia por el derecho a unirse a la Unión Europea eran tan duras como el "Maidan" en Ucrania en 2014 también por el derecho a unirse a la Unión Europea. La terrible guerra y el genocidio en Paraguay creado por Argentina, Brasil y Uruguay, que destruyeron al 90 por ciento de los hombres del país, se puede comparar con el genocidio de los judíos por parte del Tercer Reich. Decenas de niños mueren cada día en Ucrania, así como en Palestina y el Líbano, y en Siria y Yemen, y en varios países africanos (en los que, por cierto, también participa el ejército ruso).

Lamentablemente, no ha habido un solo año sin guerra en la historia mundial. Ahora bien, estar en el centro de la historia es estar en el centro de la tragedia porque la historia no conoce la paz. Está construido sobre huesos salpicados de sangre.

Los métodos de lucha son siempre diferentes y siempre crueles, pero las consecuencias son aún más terribles. Abandonan personas, solas, destrozadas, como un muñecos de porcelana vacíos.

Entonces, ¿por qué escribo esto? En primer lugar, escribo esto a aquellos que, como yo, nunca podrán abstraerse de la guerra. Estamos juntos y encontraremos la manera de devolver al menos una pequeña parte de lo perdido.

Quiero decirles a los demás que la guerra no pasa por alto a nadie. Nuestra vida es una batalla constante por el derecho a ser o tener. La guerra no es sólo una máquina devoradora, es un acto de genocidio, incluso en los niveles más básicos de nuestra percepción, que no puede tolerarse. Pero hay otro lado de la guerra. Es, además, un acto de lucha por el propio derecho a una existencia justa y honesta.

No hay nada en el mundo más cruel que nuestra realidad, pero se puede combatir.

Margarita Bengalsky

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