La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad mortal para una media de entre el 10% y 15% de los infectados.
La fiebre de Crimea-Congo es una enfermedad producida por un virus que provoca una hemorragia peligrosa y puede llegar a ser mortal para el ser humano. Se trasmite mediante la picadura de una garrapata infectada, aunque también se contagia entre personas a través de fluidos como la sangre. Durante años, se consideró como una patología exótica en España, sin embargo, los últimos datos apuntan que cada vez está más extendida en nuestro país.
El último caso saltó a los medios cuando la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid detectó fiebre hemorrágica Crimea-Congo en un paciente que acudió a Urgencias del Hospital Rey Juan Carlos, en Móstoles, el 19 de julio.
Cuatro días antes, el varón de 74 años había sufrido una picadura de garrapata en el municipio de Buenasbodas (Toledo). Finalmente, el paciente falleció el 28 de julio en el Hospital de La Paz. Este es el caso número 14 registrado en España, donde han muerto cinco personas a causa de esta enfermedad desde 2013.
Primer caso autóctono en Europa Occidental
De hecho, en Madrid se dio el primer caso de Europa Occidental no importado de otro ámbito geográfico. Ocurrió en septiembre de 2016 y partió de una garrapata de Ávila. Fue un hombre de 62 años que, además, durante su estancia en el hospital, contagió a una enfermera. Él perdió la vida, pero ella logró superarlo.
Hasta ese momento, el virus solo se había detectado en garrapatas de Cáceres. Por lo tanto, se descartó que aquel hombre pudiera ser el paciente cero. Así, se realizó un estudio retrospectivo que detectó al menos otro contagio anterior por este mismo patógeno en 2013.
Características y mecanismo del virus
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad mortal para una media de entre el 10% y 15% de los infectados. Está causada por un virus del género Nairoviridae, perteneciente a la familia Bunyaviridae, y es endémico de África, Asia, Europa del Este y Oriente Medio. No suelen darse casos más allá del paralelo 50° Norte (situado aproximadamente a la altura del Canal de La Mancha), sin embargo, debido al aumento global de las temperaturas, el cambio de los patrones migratorios de las aves y el transporte de animales, cada vez más regiones han avistado la garrapata portadora del virus.
Mecanismos de transmisión y letalidad
Su mecanismo de transmisión principal es la picadura de la garrapata. Hay varios géneros de este ácaro que pueden verse infectados, siendo el Hyalomma el vector principal. Son parásitos hematófagos (que se alimentan de sangre) muy comunes en humedales y zonas con vegetación alta
Aunque también puede contagiarse a partir del contacto con sangre o fluidos del enfermo, de forma asimilable a la transmisión de otras enfermedades más comunes como la hepatitis B. Otra alternativa es como consecuencia de la mala esterilización del equipo médico, la reutilización de agujas y la contaminación de los suministros médicos.
La enfermedad es especialmente preocupante por su alta letalidad en humanos: es mortal hasta para el 40% de las personas contagiadas. La mayoría de los casos han tenido lugar en personas relacionadas con el mundo de la ganadería o aquellas dedicadas a la veterinaria.
Además del virus mencionado, las garrapatas también actúan como vector para otros virus, bacterias y parásitos. Por ello, existe una preocupación entre las autoridades sanitarias por la multiplicación de casos en España de otras enfermedades transmitidas como la enfermedad de Lyme o la rickettsiosis.
Medidas de prevención y control
Hay que intentar no ir al campo y, en caso de que eso ocurra o se realicen actividades de senderismo, es necesario usar repelentes. Y, tras la excursión, revisar la ropa, el cuero cabelludo y el cuerpo.
También es recomendable inspeccionar a las mascotas y colocarles collares antiparásitos. Si se detecta alguno de estos artrópodos, lo ideal es tratar de retirarla con los dedos o con pinzas, lentamente, estirando en la dirección de su cuerpo y evitando su aplastamiento. De este modo disminuye la probabilidad de que parte de la garrapata quede clavada en la piel, lo que puede dar lugar a complicaciones médicas. Tras esto, es importante vigilar la aparición de enrojecimientos en la zona.
Se sugiere emplear ropa de colores claros dado que así resulta más fácil ver las que se puedan adherir. Del mismo modo, es aconsejable utilizar prendas con mangas y pantalón largo. Hay que evitar el uso de sandalias, son más recomendables las botas o el calzado cerrado y los calcetines por encima del pantalón. También se recomienda utilizar los caminos ya trazados, además de retirar lo antes posible y de forma adecuada las garrapatas que se puedan haber fijado, preferentemente por parte de profesionales sanitarios.
No obstante, es difícil prevenir o controlar la infección en los animales domésticos, debido a que tanto el ciclo garrapata-animal-garrapata como la infección suelen pasar desapercibidos. Entre otras cosas porque dichos parásitos son numerosos y están muy extendidos, de modo que combatirlas con acaricidas que son productos químicos que las matan, solo es una opción viable en las instalaciones ganaderas bien gestionadas.