La salud, el bienestar y la calidad de vida son conceptos inseparables. Los avances que han experimentado la medicina y sus ciencias afines en los últimos años, marcan como meta propuesta por las instituciones sanitarias, la práctica de programas no sólo médicos y quirúrgicos de la más avanzada tecnología, sino también de naturaleza sociosanitaria con un abordaje multidisciplinar.
Contamos seguramente con los mejores profesionales de la salud, eminentes especialistas en cada una de las especialidades médicas y quirúrgicas, hospitales, centros de salud, instituciones docentes y centros de investigación comparables con los países más desarrollados del mundo; podemos presumir de tener una medicina vanguardista a cualquier nivel.
Pero tenemos que tener muy claro que tanto la salud, el bienestar y la calidad de vida son conceptos que nos comprometen a todos, no sólo a los profesionales e instituciones sanitarias responsables, sino que esta implicación debe ser efectiva desde los distintos papeles que nos toca desempeñar, como profesionales y como pacientes. Ya Hipócrates, en su tratado “De la epidermis” decía que el arte de la medicina consiste en tres cosas:
- la enfermedad,
- el enfermo,
- y el médico
El médico es el sirviente del arte y el paciente debe combatir la enfermedad junto con el médico.
Las enfermedades siempre han preocupado desde que existe sobre la tierra
Los beneficios de la vida sana nadie los discute ni cuestiona, ya que revierten en el desarrollo socioeconómico de los países que apoyan iniciativas de salud.
