CAPÍTULO 1: La biografía de una "menor" atrapada en una trama de supuestos abusos sexuales, negligencias y sufrimiento.
La historia de la "menor", a la que llamaremos Marta, es una supuración constante de heridas abiertas. Un proceso de dolor físico y psicológico. Marta tiene 15 años. Desde el año 2015 tiene un expediente abierto en el Sistema de Protección de Menores; incluso llega a vivir durante 4 años en un acogimiento en familia extensa que fracasa porque su familia renuncia a continuarlo.
Desde el verano de 2019 reside en uno de los hogares de Aldeas Infantiles. Cuando cruzó por primera vez la puerta del Hogar tenía doce años y, tras ella, caminaba su hermano pequeño Pablo de tan solo cinco. La mochila de Marta estaba cargada de un daño que nadie había reparado aún.
“Se describe como una menor colaboradora, con ganas de aprender y de formarse, preocupada por su hermano pequeño. Verbaliza tener muchas amistades y muy buenos amigos en su colegio anterior. Refiere también tener muy buenas relaciones con personas de diferentes edades (sus profesoras, primos, vecinos…)”, así recogen en el informe inicial del Sistema de Protección de Menores la percepción que Marta tenía sobre sí misma. Estos informes hablaban de una “correcta” adaptación de los menores al sistema. Con todo, destacaban el uso de las fabulaciones como herramienta adaptativa por parte de Marta.
“Si ibas a un restaurante mexicano había estado en México, si hablabas de música, ella tocaba muchos instrumentos… Su necesidad de afecto hacía que escribiera cartas y más cartas, el contenido llamaba la atención para su edad.”
Una de las educadoras del Hogar al cuidado de la "menor".
A los pocos meses de la llegada de los menores a un hogar de Aldeas en las que los responsables de cada unidad conviven 24 horas al día cinco días a la semana, comenzaron las visitas de sus abuelos maternos. Bajo este pretexto, los profesionales de Aldeas Infantiles intentaron articular la historia de Marta y de Pablo a través de un árbol genealógico. En una de estas visitas, la segunda, el abuelo informa a una de las educadoras que la niña fue operada de condilomas con ocho años. Los condilomas son verrugas genitales y son de los tipos más comunes de infecciones de transmisión sexual.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) afirma que los condilomas son una lesión producida por el Virus del Papiloma Humano. El VPH se contagia “al tener relaciones sexuales orales, vaginales o anales con una persona que tenga el virus. El VPH puede transmitirse incluso cuando la persona infectada no presenta signos ni síntomas. No obstante, con relación a la aparición de la enfermedad en menores, el doctor Pablo de la Cueva afirma lo siguiente: “Las verrugas plantares o papilomas son muy frecuentes en otras zonas del organismo como la cara, las manos, y esta transmisión es frecuente porque el sistema inmunológico del niño todavía es inmaduro y es más frecuente que el virus pueda anidar por ejemplo en la planta de los pies y dé lugar a las papilomas.”
Las educadoras a su cuidado y según el testimonio de una de ellas, comentan que tras conocer la existencia de esa operación se sintieron muy preocupadas así que decidieron consultar el expediente médico de Marta. En el expediente estaba escrito que efectivamente, la habían operado con 8 años.
Cristina (nombre ficticio) decidió hablar con la trabajadora social del Hogar para comunicarle la situación pues nadie les había hablado de la existencia de esa patología. La respuesta de la trabajadora social, según la propia educadora, fue que dejara pasar el tema argumentando que el papiloma humano es algo que no solo se transmite a través de la transmisión sexual. No obstante, como podemos extraer de un estudio canadiense multidisciplinario (Pediatric anogenital warts: A 7-year review of children referred to a tertiary- care hospital) de 72 pacientes menores de 12 años con verrugas anogenitales, se encontró que el 15% había adquirido la infección por contacto sexual. Por lo tanto, la posibilidad de que Marta hubiera adquirido el VPH por vía sexual, existía.
Ante la insistencia de Cristina entre el equipo directivo del Hogar, la psicóloga del centro reconoció que Menores había abierto una investigación en su momento y que había analizado a los padres de la niña. El padre había dado negativo. La madre era positivo. Se preguntaban por el tipo de contactos que hubiera podido tener y también si podrían haber tenido que ver las parejas de la madre. El informe del Servicio de Menores concluyó que la madre la había contagiado por malos hábitos de higiene.
En 2019 Marta cumplió 14 años. Los niños del Hogar, al estar de vacaciones escolares se desplazan hasta el pueblo a dar un paseo y a recoger la tarta que habían encargado para celebrar el cumpleaños. Al final de ese paseo un altercado hace que Cristina llame la atención a los niños y Marta se enfada mucho. Ya de vuelta en Aldeas Infantiles uno de los menores le dice a Cristina que Marta ha dicho lo siguiente en su ausencia: “Esta puta gorda no me va a amargar mi cumpleaños”. La afirmación sorprendió a la educadora porque Marta siempre había buscado su aprobación y de todos era sabido el afecto que le profesaba desde su entrada al Hogar. Con todo, celebraron el aniversario sin tratar el tema.
Al final del día y con la celebración ya terminada otra de las menores del Hogar se acercó a Cristina para decirle que Marta también estaba afirmando que la menor y la educadora eran novias. Cristina compartió el episodio con todos los miembros del hogar y decidieron desarrollar una actividad que estimulara a los menores a contar verdades. Los demás contaron en grupo todo lo que Marta decía y la propia Marta, que también estaba, no reaccionó. Ante la pregunta de Cristina: ¿yo alguna vez te hice algo? La respuesta de la menor fue contundente: “NO”.
Este episodio destapó lo que todas las educadoras del Hogar ya sospechaban y que empezó a tomar cuerpo entre el personal que cuidaba a Marta. ¿Marta había sufrido abusos sexuales antes de llegar al Hogar? ¿Era algo conocido por el Sistema y al que se le dio una solución administrativa, médica, psicológica, etc.?
Las educadoras del Hogar sospechaban desde hacía meses que Marta era una víctima que estaba pidiendo a gritos que alguien la escuchara. Así que Cristina con el apoyo de otra de las educadoras que estaban en el Hogar entraron en su habitación y escucharon su relato sobre abusos sexuales que marcaría el resto de la historia.
La negación de Marta escondía una vida marcada por interrogantes. ¿Cuáles eran los motivos que explicaban la actitud de la "menor"? ¿A qué padecimientos físicos y mentales estuvo sometida durante su infancia? La historia de Marta continuará en el segundo capítulo.
Si tú también tienes una historia que contar a favor de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, no te calles! #loquenosecuentanoexiste Redacción: 644 962 757
A. Vázquez