Conchi Rey Pedreira es la presidenta del Banco de Alimentos Rías Altas (BALRIAL). Con ella conversamos sobre la asociación y de cómo aumentó la demanda con la pandemia
Hagamos un poco de historia...¿Cuántos años hace que se creó el Banco de Alimentos Rías Altas y cuál es el objetivo?
El Banco de Alimentos Rías Altas nació el 31 de mayo de 2010 como asociación de carácter social sin ánimo de lucro. Su actividad y continuidad está basada y sustentada en el voluntariado. El objetivo principal es recoger alimentos de procedencia muy variada para distribuirlo entre las personas más desfavorecidas.Toda persona que necesite recibir alimentos, lo puede hacer a través de las distintas entidades que colaboran con nosotros. El Banco no entrega mercancía de forma directa. Lo hace a través de distintas organizaciones benéficas de la provincia de A Coruña con las que tiene suscrito el correspondiente convenio de colaboración.
¿Qué acciones concretas realizan en vuestra área de influencia?
Son numerosos los eventos que se realizan a lo largo del año. Diferentes empresas, asociaciones, organizaciones y colegios se ponen en contacto con nosotros para organizar campañas de recogidas de alimentos. Luego se suman todas las "operaciones kilo" que se llevan a cabo en grandes superficies de alimentación. De allí es de donde se obtiene gran parte de los alimentos, para finalmente realizar todos los años la gran recogida. Ésta es a nivel nacional y con ella nos surtimos para por lo menos 6 meses. También repartimos alimentos financiados por el “Fondo de Ayuda Europea para las personas mas Desfavorecidas” (FEAD). En 2019 fueron 649.553 kilos. Y por ultimo está la distribución de frutas y hortalizas del “Fondo Gallego de Garantía Agraria” (FOGGA) que el pasado año supuso 762.841 kilos. En total, BALRIAL repartió 2.542.760 kilos de alimentos en toda la provincial de A Coruña a través de 171 entidades y llegando a 21.731 personas.
¿Quién coordina la logística y cuántas personas colaboran con la entidad?
El Banco de Alimentos Rías Altas está coordinado principalmente por su Junta Directiva que trabaja activamente todos los días. Luego por diferntes coordinadores que tenemos en cada uno de sus cuatro almacenes, donde colaboran diariamente entre 40 y 50 personas.
¿Cómo se financian las gestiones que implican toda esta actividad?
El Banco de Alimentos Rías Altas se financia gracias a los convenios que tiene firmados con el Ayuntamiento de A Coruña y el Ayuntamiento de Ferrol, así como con subvenciones de la Xunta de Galicia y de la Diputación. Asimismo, cuenta con colaboraciones económicas que regularmente nos ingresan lo que cada uno buenamente pueda. Tenemos ingresos desde 20 euros mensuales. Todo suma, pues los gastos son innumerables.
Durante y después de la pandemia ¿han aumentado las personas que recurren al Banco?
Durante la pandemia hemos estado colaborando con asuntos sociales del Ayuntamiento de A Coruña, Ferrol y Santiago, además de las entidades que ya tenemos todo el año. El trabajo nos aumentó un 50%, así como la salida de alimentos. Muchos usuarios, la mayoría de quienes demandan hoy esta ayuda, nunca habían tenido que recurrir a solicitar alimentos. Con el gran handicap de que al no poder hacer operaciones kilo no teníamos entrada . Gracias a las muchas aportaciones económicas tanto de empresas como de muchísimos particulares hemos podido comprar alimentos suficientes para llegar a cubrir todas las peticiones. small dab rig
¿Qué trabajo se desarrolla desde Meicende?
En nuestro almacen del Lugar de San José, lindando con Meicende están las oficinas del Banco, así como el almacén que surte a los demás, y es donde se hacen los repartos de alimentos tanto del FOGA como del FEAD.
¿Cómo es posible que una entidad sin fines de lucro funcione tan bien?
Considero que es casi increíble que una entidad que funciona sólo con voluntarios pueda funcionar al nivel que lo hace. Son muchas toneladas de alimentos las que se reparten desde nuestros almacenes. También mucho papeleo para que tanto el FOGA como el FEAD pueda ser repartido por nuestra entidad. Por no hablar de la organización de los eventos, del funcionamiento de las furgonetas y de tantas cosas que no se ven pero que llevan mucho trabajo y horas de dedicación. Por eso, creo que nunca llegará a ser suficiente el agradecimiento a todos los voluntarios que día a día permite que todo este entramado funcione.